viernes, 23 de abril de 2010

Un ejercicio de catarsis





Desde principios de mes estuve con una depresión, y como ejercicio de catarsis, me dedique a escribir mis peroratas. Algunas incoherentes, otras escandalosas o contradictorias. Algunos se horrorizaran, otros se decepcionaran, otros se sorprenderán, otros me condenaran, pero yo necesitaba decir estas cosas. Quedan advertidos.

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La razón de la furia.

Hoy es 5, y ya estamos en Abril, mes en que las flores brotan y los ejércitos marchan. Yo, enfrascado en mi guerra personal contra mis numerosos enemigos, me veo obligado a marchar de nuevo a la ofensiva a pesar de que aspiraba a un periodo de paz. Además, he estado depresivo últimamente debido a unos eventos dentro del entorno familiar que fueron particularmente penosos para mí, debido a lo que interprete como una brecha, una violación a mi círculo de paz y seguridad. Ese evento ha servido como el detonador de una de mis profundas y severas depresiones. La depresión se ve alimentada además, ante mi impotencia ante el chismorreo incesante alrededor mi persona. Todo comienza con la furia, con la ira, con la indignación. Ante le impotencia para cambiar esas cosas, deviene la depresión. Pero ya hablaremos de la razón de mi ira. Cuando estas deprimido, las penas, las frustraciones, los traumas y todas las inquinas presentes y pasadas se mezclan en un feroz e incontrolable torbellino de emociones oscuras y surge la necesidad perentoria de drenar algunas de esas cosas antes de que la cabeza te explote. He aprendido que sentarte a escribir tus peroratas tiene un efecto catártico, curativo, lenitivo contra las penas acumuladas. Mucho mejor que 10 sesiones de psicoanálisis, las cuales, a fin y al cabo, nunca me llevaron a nada. Así que mientras este cruzando el oscuro valle de las sombras, voy escribir largo y tendido sobre cosas bien intensas. Espíritus susceptibles, favor abandonar este texto de inmediato. Dicho esto, empecemos con un asunto muy molesto: los habla mierda de siempre, las incansables manadas de chacales que me persiguen sin tregua han mostrado una sorprendente unidad discursiva en todas partes. En cualquiera de los frentes donde me encuentre, mi empiezan a decir que yo soy un ridículo, en todas partes lo repiten como unas cacatúas. Si de pronto en Caracas dicen que ‘Yo no se leer las señales’ (¿de control de trafico aéreo?, ¿de los astros del zodiaco?), dos días después en La Victoria dicen la mismas guevonadas. Cuando decían sus estupideces sobre el día Jueves (todavía no se de que se trata, ni quiero saberlo), en todas partes lo repetían, y para mi esos cuchicheos tienen la intolerable y despreciable cualidad de la risa de las hienas. Y aquí viene lo que realmente me tiene verde de la ira: Tienen semanas hablando de Barquisimeto, y por alguna razón esperan que yo vaya a esa ciudad. Dale y dale con el cuento de mierda sobre Barquisimeto. ¿Pero que recoño de su puta madre hay en Barquisimeto? Sabrán ellos y sus putas madres lo que será, porque yo ni quiero enterarme para evitarme un arrecheron de esos que me producen gastritis, me dan diarreas, me hacen subir la tensión arterial y sangrar la nariz. Para que quede constancia, la única vez en mi puta vida que estuve en Barquisimeto fue hace 12 años. Era semana santa y yo iba para Mérida, y tome la ruta Caracas-Barquisimeto, Barquisimeto-Mérida. Ni siquiera salí del terminal porque cuando llegue a Barquisimeto hacia la medianoche, los alrededores no se veían precisamente seguros ni agradables, infestados como estaban de borrachos, drogadictos, trasvestis y putas callejeras. No es que no me gusten las putas y Dios es testigo de mis desmanes y de la irresponsable dilapidación de mis otrora ingentes ingresos, pero las puticas callejeras siempre me parecieron cochinitas. Ahora que recuerdo, hace muchos años si tenía una amiguita en Barquisimeto, un putica de burdeles caros de la cual no pienso hablar. La otra huevonada que la que hablan es algo sobre Las Mercedes, en Caracas. ¿Qué recoño de sus madres hay en Las Mercedes? La única vez en años que fui a Las Mercedes fue en Enero. Quería ver Avatar en 3-D y me acerque al cine del centro comercial el Tolon, pero no conseguí entradas, por lo cual me quede pululando por el centro comercial un rato. Suelo hacer eso cuando mis planes son frustrados, quedo en una especie de estado de perplejidad hasta que al cabo de un rato reacciono. Además, no conocía el centro comercial, por lo cual hice un recorrido. ¿Será por eso que hablan tanta mierda sobre Las Mercedes? Quizás esta sea la respuesta a ese misterio. Pero como ya devele públicamente su basura, ya denuncie sus mentiras sobre Barquisimeto, o sobre las Mercedes, seguramente inventaran alguna otra infamia y la repetirán hasta la saciedad, algo como por ejemplo: en la plaza Bolívar de Carúpano, en la plaza Bolívar de Carúpano, en la plaza Bolívar de Carúpano, en la plaza Bolívar de Carúpano… Y todas las imbeciles cacatúas repetirán al unísono sus mentiras de mierda una y otra vez, ad infinitum. Pues bien, váyanse todos largo y lejos al carajo!!!!! Ya basta de mierda, y de relacionarme con maricones y esa clase gentes. No sé nada de esa tribu maldita, nunca lo he sabido, y créanme, no quiero saberlo. Ni lo pienso, ni lo deseo, ni me interesa. No se nada de eso. Nunca lo he sabido. ¿En qué idioma se los explico? Ya basta de inventar vainas, déjenme en paz. Déjenme en paz. Yo no merezco toda esa mierda. Ya basta. Ya basta de mierda. Ya basta de basura. Ya basta de mentiras. Ya basta de infamias. Ya basta de insidia. Basta. Basta. Basta. Basta. Basta. Basta. Basta. Basta. Basta. Basta. Ya basta. Ya basta. YA BASTA DE MIERDA !!!!!!!!!

Conjeturas paranoides.

Ahora bien, retomando el tema de la sorprendente unidad discursiva de los chacales que me persiguen, he llegado a una conclusión que quizás les parezca una vaina de locos: Yo sospecho que hay unos hijos de puta que se reúnen a hablar huevonadas sobre mi persona EN LA RADIO!!!!!!!!!, o quizás en un sitio de la Web. Es por eso que todos usan las mismas palabrejas y repiten las mismas huevonadas como unas cacatúas amaestradas. Parecen unos chavistas adoctrinados, repitiendo la misma cantaleta una y otra vez. Pensándolo bien, estos seres son como unos monos aulladores del delta: Mucho ruido pero nada de consistencia ni mucho menos de verdad. Si mis sospechas son ciertas con respecto a lo de la radio, voy a empezar buscar comprar un kilo de C-4 para mandar a esos hijos de la gran puta de regreso al infierno del cual salieron. ¿Porque me hacen eso? ¿Por qué se sienten autorizados a hacerme eso? Déjenme en paz, por favor. Nadie, nadie tiene el derecho de joderme en esa escala masiva.

La garota do Brasil – La pérfida ninfa de Ankara.

No se que en que momento ni en que mudanza se me perdió mi súper camiseta de los 100 años del Barsa. El año pasado, una semana antes del clásico Barsa-Real Madrid, me di cuenta de su trágica desaparición. El día martes 6 fui a una tienda de Sabana Grande a comprar el reemplazo, por la módica suma de 150 BsF. Gran diferencia con los 100 dólares que pague por la anterior, con la notoria salvedad que esa otra la había comprado en propia tienda del Camp Nou. Cuando voy caminando con mi camiseta en la dirección Sabana Grande – Chacaito, siento la atracción gravitatoria de la librería las novedades. Decido entrar a chequear la librería. Cuando estoy en el trance de cambiar la acera, veo una visión angelical: Una chica rubia, bronceada, con una lindísima cara camina en dirección Sabana Grande – Plaza Venezuela. Un excelso ejemplar de la clase media caraqueña. Como es usual, tengo mi indispensable escudo de protección contra las agresiones sonicas y verbales activado, un formidable aparatejo al que le caben 7500 canciones y que algunos gustan llamar el IPOD. Pienso para mis adentros ¡Bella!, y la chica voltea de inmediato. En ese momento me di cuenta con algo de rubor de que había hablado en voz alta. La chica voltea rápidamente la mirada y prosigue su camino. Si, lo se, ahora soy gordo, fofo, feo, loco y, despeinado. Ces’t la vie. Desde atrás la chica se ve igual de linda: Un jean ceñido mostraba su redondo y hermoso trasero, y una blusita blanca contrastaba con sus brazos tostados por el sol. Seguramente fue a la playa en semana santa, y seguramente usaba un diminuto hilito dental. ¡Uy! Me recordó a una putica brasilera que trabajaba en el Ángelus hace unos años que era la cosinña mais gostosa do mundo. Tenia el culo mas excelso que haya visto en mi vida, y ese perfecto bronceado estilo brasilero con las marcas del hilito dental que hacia ver ese culo aun mas perfecto. ! Mamma mía que belleza! Unos cuantos millones me gaste con esa garota de Ipanema (era carioca la chica). Recuerdo que ella se encariño conmigo y me pidió que la llamara para ir al cine, porque quería que yo fuera su novio. Ella había llegado recientemente a Caracas y no conocía a nadie. Yo acababa de salir de una relación tormentosa con otra chica del Ángelus, hermosísima pero salvaje y perversa como Salome, y ya había cogido escarmiento, reconociendo la profunda sabiduría popular rezumada en el dicho de ‘Nunca creas en amor de putas ni en amistad de policías’, por lo cual nunca llame a la bella brasilerinha. Ya había tenido suficiente con la memorable perfidia de la exuberante beldad de cabello azabache y temía que esta otra chica pudiera ser igual. Además, era el año 2002, el proyecto de Canada Life estaba por comenzar y una larga estadía en Toronto se avecinaba. Ahora bien, a los que digan ‘Que bolas tiene ese tipo en salir con una prostituta’, yo les digo lo siguiente: Tú estas solo, amargado y rejodido por años. De pronto llega una chica bellísima y jovencísima que te dice que quiere salir contigo, y tú simplemente sales con ella sin ningún miramiento. El hecho que haya tenido esa profesión controversial para algunos era en realidad irrelevante. Al menos alguien quería salir y hablar conmigo, ella también es un ser humano con necesidades. Un ser humano un poco jodido, es cierto, pero yo estaba aun más rejodido todavía. Los mochos se juntan para rascarse, dicen por ahí. Un pacto de excluidos, diría yo.

Toronto, la formidable.

Hablando de Toronto y ciudades de ese tipo, voy a explicar porque yo creo que podría vivir en esa ciudad. Numero uno: En esos países, la gente es mucho más respetuosa de los demás, y lo mejor es que nadie se mete en la vida de nadie. Cada quien anda en su vida y punto. Tú puedes vivir veinte años en el edificio, y nunca entablar conversación con nadie, y nunca escuchar a nadie metiéndose en tus asuntos. Yo se que suena como el paraíso, o como un sueño imposible, pero les aseguro de que es cierto. Con un lindo apartamento ubicado en una envidiable ubicación (Queen con University), excelentes ingresos por viáticos, una espectacular librería de tres pisos y un cine de 16 salas a una cuadra, unas formidables tiendas de música y videos, con múltiples bares alrededor donde tocaban bandas de rock y de jazz en Vivo, con numerosísimos conciertos de Rock todas las semanas (Deep Purple, Rush, Black Sabbath, Joe Satriani, The Cure, etc etc. etc) yo era muy feliz en esa ciudad. Recuerdo que unos poetas malditos, quizás Rimbaud, confeso en una oportunidad que amaba mas a los objetos que a las personas. Mucho me temo que ese también sea mi caso. Yo no cambiaria mi disco del lado oscuro de la luna por la vida de 100 personas en la calle. No faltaran quienes me juzguen y fustiguen mi apego por las cosas en lugar de las personas. En mi caso, fui obligado a ello. Cuando el resto del mundo te ataca, te abusa y te irrespeta, y no hay manera de tener relaciones sociales satisfactorias de ningún tipo con nadie o casi nadie, tú te ves obligado a refugiarte en ti mismo, te ves obligado a escoger el exilio interno. Es una necesidad natural del hombre buscar satisfacciones, de lo contrario la vida no tiene sentido. Lamentablemente, a algunos nos toca buscar satisfacciones exclusivamente en nuestro mundo interior. Y en cierto modo, te vuelves adicto a esas cosas: al conocimiento, a la lectura, a la música, al cine, al arte, a los cómics, a las figuritas de Star Wars, a los modelos de aviones de la II Guerra mundial, etc. Las cosas me han deparados alegrías, las gentes solo penas. Cuánta razón tenía Sartre cuando dijo ‘el infierno son los otros’. Con respecto a mis necesidades amorosas, ciertamente nunca tuve suerte en Toronto, pues varias veces me enamore durante la época de Canada Life, mas nunca fui correspondido, creo que debido principalmente a mi torpeza e ineptitud para esas cosas, pero como ya dije, ya estoy acostumbrado a la mierda en mi vida. Durante mi segunda estadía en Canadá, esta vez en otro proyecto en Newmarket, ya estaba con Carola, y entonces me portaba bien, por aquello de ‘semper fidelis’, por lo cual me contentaba con ver porno y con el uso discrecional de la mano. Pero, retomemos el tema de los primeros años en Canadá. A falta de pan, buenas son las tortas dijo alguna vez con conmovedor candor María Antonieta, y yo agregaría con mi amarga experiencia que aun mas si siempre haz comido tortas, por lo cual inevitablemente era cliente de una agencia de chicas rusas y ucranianas que eran espectaculares, eso sin contar con el servicio de las chicas asiáticas. Recuerden que el 45% de la población de la zona metropolitana de Toronto es de origen asiático. Siempre tuve debilidad por asiáticas, debido a unas deliciosas actrices porno asiáticas de las cuales soy fan, pero en ninguna parte podía satisfacer ese apetito. En el barrio rojo de Ámsterdam había unas gemelas tailandesas, pero no tenias que ser un genio para darte cuenta de que eran ‘material falsificado’. Hay algo en los bíceps, los hombros y en los pómulos que ni 100 operaciones pueden ocultar. Recuerdo una noche en un hotel en Londres vi un anuncio interesante en la guía telefónica, pero era muy tarde, y estaba muy cansado. Además, el plan del día siguiente era uno de los sueños de mi vida: levantarme temprano para visitar el museo británico. No todos los días vas a ver la piedra de Rosetta, los leones alados de Nínive, los cascos de los guerreros sajones o las momias de los faraones. Al final fue en Toronto donde pude desquitarme de mis fantasías sexuales con unas chicas japonesas, coreanas y chinas. He ahí el misterio de la desaparición de mis viáticos, además de los inevitables gastos en CD’s, películas, libracos y cervezas y en ciertas ocasiones de psicotrópicos. En fin, una vida solitaria, extraña y quizás medio retorcida (o retorcida y media), pero al fin y al cabo mi vida, y por esas latitudes mi existencia era mucho mas llevable. Aquí no tolero el chismorreo interminable, la habladera continua de basura sobre mi persona, es realmente demasiada mierda para un solo hombre pueda cargarla en la espalda, y hay semanas como esta, en la que siento que no puedo mas.

Tiempos felices.

Ahora que he hablado de mi estadía en Holanda, vamos a aclarar algunos puntos, no vaya a ser que vayan de nuevo a inventar vainas. Estuve asignado a proyectos en Holanda entre los años 96 y 2001, con un paréntesis en el año 98, en el cual estuve trabajando en proyectos en Venezuela y en Chile. En Enero del 99 ya estaba de nuevo de regreso en Holanda. En total estuve asignado a cinco proyectos de implementación de software para compañías de seguros en los países bajos: NOG Verzekeringen (96-97, Ámsterdam), PGGM Verzekeringen (99, Zeist-Utrecht), Roccade Finance (99,2000, Amersfoort) Delta Lloyd Verzekeringen (2000-2001, Amsterdam) y finalmente, The Anglo-Dutch Insurance company (2001, Enkhuizen). Mi experticia es en implementaciones de software para productos de vida tradicional y vida no tradicional. Una época de mucho trabajo, de muchos logros profesionales y también de mucha diversión. Un gran equipo de trabajo. Años de trabajar juntos afuera nos hicieron grandes amigos. ¿Aja, y que hacías con respecto a tu vida sexual durante todo ese tiempo?, preguntaran los fisgones de siempre. Pues lo que hecho desde que cobre mi primer sueldo a los 23 años: putear. Nihil novum sub sole. Solo en el año 97 tuve en Ámsterdam una novia Venezolana y en ese entonces estaba eufórico, pensaba que la larga y oscura noche por fin había llegado a su fin. Que inocencia la mía. Como les decía, el primer año en Holanda me entregue a la fascinación que me producían las famosas ventanas rojas de Ámsterdam y me la pasaba puteando todas las semanas. Además, iba al barrio rojo a fumar monte en los famosos Cofee Shops y a ver a los venezolanos de la banda ‘Santanico’ que se presentaban en un tugurio subterráneo llamado ‘The last waterhole’. Esos panas eran realmente buenos tocando covers de Santana, y se bombardeaban el cerebro antes del toque con unas sustancias bien heavy metal. Una vez fume la pipa de la paz de uno de ellos, el que tocaba las congas, conocido como ‘El conejo’, y la mente me quedo ofuscada por dos días. No sé qué mierda había en esa pipa, pero cogí escarmiento. Y todos esos tíos tenían por novias unas espectaculares rubias holandesas que no te lo podías creer. A mi gustaba un linda chica andaluza, de Sevilla en particular, que iba a todos los toques los miércoles, pero pronto descubrí con consternación que el tecladista de la banda era el que le tocaba las teclas a ella. Cochina envidia. En ese tiempo hice una amiguita colombiana en el barrio rojo. Ella era una belleza de cabello lacio, piel cobriza y ojos color miel, que tenía un tipo parecido al de Amparo Grisales. Se llamaba Dianita y me daba tiempo de más en su cubículo, pero esos minutos de más los empleábamos hablando. Ella me hablaba de Bogotá y yo le hablaba de Caracas. Cosas que pasan entre dos personas que se encuentran solas y aisladas en un país distante, frío, lluvioso y extraño. A veces nos encontrábamos los fines de semana para almorzar, pero con respecto al sexo nuestra relación nunca paso de lo estrictamente profesional. Como ya había mencionado, los últimos seis meses del 97 tuve una novia Venezolana y fueron los meses más felices de todas mis estadías en Europa. Prefiero no hablar de ella, porque relacionarse conmigo es una especie de crimen en este país, solo diré que era muy bonita, era muy chévere y estaba muy buenota. Pero el proyecto al cual estaba asignado termino abruptamente y tuvimos que separarnos. Al regresar a Europa un año después, en el 99, ella ya tenía un novio nuevo. El resto de los años en Europa hice lo de siempre: putear en el barrio rojo, fumar monte, ir a ver bandas de rock y blues en vivo y beber mucha, mucha caña. Había un sitio que frecuentaba mucho: ‘Bourbon Street’, en Leidseplein. Un buen sitio para ver Blues y Rock en vivo. De miércoles a domingo siempre salía a emborracharme, los días de la semana obviamente luego del trabajo. Y cuando estoy borracho, invariablemente pienso en putas. Una vez estaba en las nubes por el alcohol y la marihuana y entonces un taxi me paso por encima del píe y solo me di cuenta al día siguiente cuando no podía caminar debido a la inflamación. El pantalón de mi traje ‘Montecristo’ tenia la marca de las llantas y entonces recordé el infortunado lance. Llegue a la oficina cojeando con sabrá Dios que excusa. Con respecto a la desopilante historia con las dos putas brasileras yo…, emmmm, ummmmmmm, mejor me la reservo para otra ocasión. En esa época, influenciado por la anglofilia de Borges, empecé a leer poesía en Ingles, y mi colección de CD’s creció en una forma exponencial. También descubrí mi afición a la música blues y en particular a la música de Stevie Ray Vaughan. Compre todos sus discos, y esperaba con ansias la salida del próximo. Entonces supe que había muerto varios años atrás. De vaina no lloro. En fin, gran ciudad esa, Ámsterdam. Muchos museos, muchos eventos culturales y musicales, especialmente en verano. Ah, esos felices veranos con sus días interminables. Recuerdo que en junio había claridad hasta las 10 de la noche. Oh, el concierto al aire libre de la concertgebouw orchestra tocando los conciertos de Brandenburgo en el Vondelpark de Ámsterdam. No puedo negar que tuve mis momentos de felicidad, y ese ciertamente fue uno de los más estelares. También recuerdo que había muchas putas, mucha cerveza y mucho monte. Muchos excesos. Mucho de todo. Estar en Europa me reconcilio con la vida. Al menos por el tiempo que estuve por allá.

La fille de Paris.

De todas las mentiras contra mi persona, ninguna es más injusta, ninguna es mas infame, ninguna es más indignante, ninguna es más injuriante, ninguna es más intolerable que llamarme mentiroso, que llamarme falso. Yo se lo que sintió Giordano Bruno cuando fue pasto de las llamas, porque yo he tenido que tolerar eso miles de veces. Porque así se siente: sientes que te quemas. Es verdaderamente el colmo de los colmos: Los mentirosos, en un supremo y maestro toque diabólico, tienen el tupe, tienen las santas agallas, tienen la desvergüenza de llamarme mentiroso a mi. Que bajeza tan bestial. Sean mil veces malditos, ellos y sus mentiras. Pero como estamos aquí para expulsar todo de mi sistema, voy a contar la única vez que me sentí una persona de doble vida o mentiroso. Era otoño y estaba en Paris, en compañía de mis amigos y colegas venezolanos y sus esposas. Luego de un ajetreado día recorriendo la ciudad, fuimos a cenar al barrio latino. Escogimos cenar en un restaurante griego. La cena y la velada acompañaba de un buen vino fue muy agradable. Luego nos fuimos a bar cercano a tomar unas cervezas. Como yo estaba de ánimo de emborracharme, me tome varias cervezas durante la hora y media que estuvimos en el bar antes de irnos al hotel. Llegamos al hotel alrededor de las 12 de la noche. Contigua al hotel había una tienda de esas que funcionan 24 horas, y uno de mis colegas quiso entrar a comprar cigarrillos. Los demás entraron a comprar botellas de agua. Yo me quede en la entrada de la tienda, viendo hacia la calle. Entonces veo a dos lindas jóvenes que fumaban en la esquina. Yo supe de inmediato que hacían ahí, yo conozco muy bien a mi ganado. La mas linda de las chicas tenia el cabello corto con pollina, al estilo de los años 20, y una boina que la hacia ver mas sexy. Una de las muchachas, la mas bonita se voltea y hacemos contacto visual, ella se me acerca y trata de hablarme en Ingles: ‘Halo’. Yo solo pienso ‘OH la, la, mon amour’, y miro nervioso hacia atrás, donde estaban los demás. En eso el resto de mis colegas y sus esposas salen de la tienda y proseguimos el camino. Una de las muchachas de nuestro grupo no es tan tonta y comenta: ¿Viste a esas muchachitas? ¡Qué horror, tan jóvenes! Si vale, comento nervioso mientras entramos al hotel. Luego de entrar a la habitación y lavarme los dientes me asomo por la ventana y la veo. ¡OH dios! Pienso. !!!NO, NO, NO, NO LO HAGAS!!! Esta es una prueba moral para ti,!la salvación de tu alma puede estar en juego! !No lo hagas! ¡Demuéstrate a ti mismo tu superioridad moral! Me ordenaba mi buena conciencia. Rápidamente me quito la ropa, apago la luz y me acuesto, para sacarme las malas ideas de la cabeza. Quince minutos después, me la estaba cogiendo en la habitación. Así tan rápido se van 150 francos. Hay días en que me siento más negro y más maldito que nunca, y ese día ciertamente fue uno de ellos. Al día siguiente, el ultimo de nuestra estadía en Paris, me separe del grupo, ya que yo tenia pensado ir al museo D’Orsay y los demás querían visitar otras atracciones en la ciudad. Ah, Degas. Monet. Seurat. Touluse-Lautrec. Van Gogh. Lindo museo. Tiene una escala humana, no tiene las dimensiones abrumadoras del Louvre, no te apabulla. Al atardecer me encontré con el resto del grupo y tomamos el rumbo de regreso a Ámsterdam. Uno de los temas de la conversación en el camino fue el tema de las muchachas frente al hotel. Yo ni abrí la boca. ¿Qué iba a decir? ¿Con que moral? Con respecto a la francesita, yo prefiero pensar que tenía 18 años. Me hace dormir mejor.

El Judas de La Victoria.

El Martes 6 al mediodía escuche a una muchacha expresarse con horror y asco de mi último escrito. Parece que le molestaba la idea de que yo escribiera con tal franqueza sobre mis prácticas masturbatorias, lo cual es la cosa más natural del mundo. A esa chica solo le puedo repetir lo que dijo el gran Woody Allen al respecto: ‘Don’t knock masturbation, it is just sex with someone I love’ Otra mujer que hablaba con ella solo reía y decía que yo solo escribo la verdad, y en eso le doy la razón. También escuche a alguien preguntarse el porque yo me exponía mis miserias de esa manera, el porque me exponía al ridículo y me sometía a las chanzas de la gente. Es que lo hago a propósito, así es mi política oficial de lo que yo llamo ‘Terapia de shock con de la verdad’. Yo prefiero una verdad vergonzosa a, a diez mil mentiras que no tienen ni pizca de verdad. Nunca encontraran a alguien mas sincero que yo. Nunca. Y es por eso que nada es más ofensivo para mí, como que digan que soy un falso o un mentiroso. Tengo mis razones para ser tan radical en eso. Para alguien que ha sido difamado en una escala bíblica, para alguien que ha sido victima de millones de mentiras, para alguien a quien han tirado millones de toneladas métricas de mierda, para alguien que fue sometido a un salvaje y despiadado linchamiento público por algo que no es ni fue ni será, por algo que ni pienso, ni siento, ni deseo, ni me pasa por la cabeza, para alguien que posiblemente sea la persona mas difamada en la historia de Venezuela, la verdad cae como un bálsamo liberador. Conoced la verdad, y la verdad os hará libres, dijo Jesus. Una vez escuche decir a Berlusconi que el era el ser mas difamado de la historia. Wrong, ese huevon no tiene ni idea. Yo con gusto cambiaria de lugar con Judas Iscariote, porque siento que estar en su lugar es mas tolerable que estar en el mío. A mi me han calumniado mas. Además, yo no me hubiera suicidado, como hizo el Iscariote. Con esas treinta monedas de plata que le dieron los fariseos, yo me habría divertido: hubiera gastado 15 en putas y alcohol, y el resto en CDs y libros. Pero como en esa época no había CDs, seguramente esa parte también la hubiera gastado en putas. Dicen las malas lenguas que la Magdalena estaba buenota. Con respecto a la soga con la que Judas se colgó, yo la hubiera guardado en caso de que un día se me antojara amarar a una burrita a un árbol en las playas de Adicora, si alguna vez optara por el bestialismo. Dicen que con las burras no es tan malo. Retomando el tema de mi lucha por la verdad, quizás no me alcance la vida la limpiarme de tanta mierda, quizás muera en el intento, quizás este predicando en el desierto, quizás este arando en el mar, pero mi misión en la vida es quitarme toda esa mierda de encima. Quiero sentirme limpio de toda esa basura, así tenga que darme un ducha en el rio Caroni, bajo del salto de la llovizna por diez años. Por eso lucho, por eso vivo. Todo lo demás, es irrelevante para mí, es accesorio. No es que haya renunciado totalmente a ciertas necesidades humanas, (soy partidario de la ‘vía media’ del budismo, la cual predica que no debe haber extremismos), pero he llegado a la epicúrea conclusión de que puedes vivir sin muchas de esas cosas. Aprendí a fuerza de golpes, llevando más palo que gato ladrón, lo que decía el Buda en sus cuatro nobles verdades sobre el origen y la solución al sufrimiento. Si esas cosas que yo considero lujos llegan a mi vida son bienvenidas, pero sino no llegan, no me doy mala vida por eso. Ya me he acostumbrado a mi existencia autárquica. Yo puedo vivir solo, sin aprecio, sin amistades, sin amor, y sin relaciones sociales, total, he vivido casi toda mi infeliz y patética vida de adulto así: solo y cogiendo putas, pero a lo que no puedo renunciar es a luchar por el respeto a mi persona y a mi dignidad. Respeto es la palabra clave. Respeto. El día que yo me acostumbre a la mentira y a la mierda, ese será el día de mi muerte, y yo no quiero morir, yo quiero vivir por más que mi vida sea extraña o retorcida o como quieran llamarla.

Hipertraumas.

¿Aja, y que fue lo que te hicieron que quedaste tan traumado? Yo no voy a dar ejemplos en específico, porque ni siquiera yo con mi franqueza puedo afrontar esas cosas, son eventos demasiado traumáticos y prefiero dejarlos así: enterrados. Ponerme a desenterrar esas cosas podría desencadenar una serie de eventos catastróficos para mi salud mental y mi supervivencia. Sin embargo, puedo dar una explicación genérica del tratamiento que se me dio. Fui difamado, fui sometido al escarnio público, fui condenado al ostracismo, fui linchado públicamente. Mi valor social personal fue destruido, demolieron mi status, mi prestigio social. Por nada. De gratis. Fui condenado a la muerte social. Fui crucificado públicamente y yo mismo me las arregle para bajarme de la cruz y tratar de proseguir mi camino. Si me pusiera a escribir todas las infamias y mentiras que decían sobre mi persona, llenaría tres tomos de 1500 páginas cada uno. La vaina fue realmente increíble, parece el tema una novela, o de una película, pero les aseguro que todo fue verdad. Yo voy a hacer un paréntesis para colocar un texto que baje de una pagina de psicología hace como 10 años, la cual describe sorprendentemente bien lo que se me hizo, y las consecuencias catastróficas que esto tuvo para mi vida.

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II. Situaciones de maltrato moral.
Este tipo de maltrato no afecta directamente el organismo (o lo hace en forma secundaria). Su resultado es sufrimiento moral. El proceso cognitivo es inherente a este tipo de daños en la medida en que requiere una cierta elaboración cognitiva de los hechos de que se trate. Este hecho lo toma muy en cuenta el actor responsable del respectivo maltrato puesto que el perjudicado no sufre si no tiene conciencia del daño recibido, lo cual trataremos con mayor detalle al analizar las interacciones personales.
3. Deterioro o pérdida en las relaciones sociales.
Al ser humano le es indispensable la seguridad por respaldo social (Vida social). Por lo mismo, cualquier hecho que afecta directamente o ponga en peligro nuestra relación con otros, es un daño que puede adquirir características de catástrofe.
a) Pérdida o deterioro de la relación con personas: afecta las relaciones cercanas (relaciones afectivas) en distintos grados que van desde el enfriamiento de la relación hasta la ruptura o pérdida de ella, tanto por la acción directa de los implicados como por la acción de terceros (situaciones de pareja, amistad, relaciones familiares, relaciones con algún grado de confianza, etc.).
b) Pérdida de grupos.
La pérdida de pertenencia a grupos afecta notoriamente a los seres humanos y eventualmente se presenta como un relativo aislamiento o distanciamiento, generalmente sumamente penoso (intrigas con este resultado, ostracismo, prohibición de pertenencia por agentes externos, etc.).
c) Deterioro del valor social personal.
Hemos examinado como todo ser humano en contacto con otros humanos tanto en las relaciones interpersonales como en su pertenencia a grupos (como miembro de cualquier sociedad) tiene sin más deberes y derechos. Pero, usufructuar de estos derechos y cumplir con los deberes está condicionado directamente por el valor social personal que le haya sido asignado a la persona en la situación social respectiva. Distintas acciones pueden afectar el valor social personal de cada cual con todo lo que significa en cuanto a seguridad por respaldo social, garantías de sus derechos y dimensión del cumplimiento de deberes y en general del trato que reciba en los distintos ambientes, sean ellos su evaluación social personal, su status o su prestigio.
Afectan negativamente el valor social personal las críticas mal intencionadas, la variadas descalificaciones, las burlas, la ironía, distintos procedimientos para poner en duda los méritos de la persona, el negar acceso a determinados ambientes, provocar sentimientos de incapacidad o debilidad -niños, mujeres, etc.-, fracasos sentimentales, pérdidas económicas importantes -debido al valor del dinero y el consiguiente status que conlleva-, impedir el acceso a determinadas profesiones, etc. Es así que en ninguna sociedad los individuos de los niveles sociales inferiores toleran bien su condición, con las consiguientes reacciones negativas que examinaremos más adelante. Este tipo de maltrato es posiblemente uno de los de mayor efecto negativo en las personas debido a la significación que tiene el valor social personal para el individuo mismo y para el entorno social.
4. El sujeto es afectado a través del quiebre de sus expectativas.
Los seres humanos estamos desarrollando continuamente representaciones en torno a hechos y situaciones, que tienen una dimensión en el tiempo: sabemos o creemos saber que es lo que deviene en el futuro. Estos supuestos nos llevan a desarrollar expectativas. Cuando estas son positivas se habla de abrigar esperanzas. Si sucede que estas expectativas positivas no se cumplan tenemos un quiebre de expectativas que resulta muy perturbador y eventualmente muy doloroso. Reacciones muy conocidas al respecto son, entre otras, los ataques de cólera y sus variantes examinadas anteriormente en el Síndrome de Emergencia.
a) Quiebre de expectativas consideradas normales.
En la vida social accionamos continuamente en base a expectativas porque roles, instituciones o costumbres, normas y otros nos indican que los demás actuarán de cierta forma y el que no cumplan con lo que de ellos se espera lleva a quiebre de expectativas. Ejemplos destacados son el no cumplimiento de los distintos roles, no aplicación de normas o aplicación discriminatoria -injusticias y falta de equidad-, acciones arbitrarias, no cumplir obligaciones en cuanto amistades o relación de pareja, obligaciones familiares, obligación por pertenencia a grupos, deslealtad y traición, etc.

Fin del bloque bajado de internet.
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Benditos sean los niños.

Hoy jueves 8, mientras me tomaba un moccachino en el centro comercial, observe a unos niños disfrutando de un pequeño trencito, de esos que corren por una pequeña pista circular, que acaso tenga unos cuatro metros de diámetro. Disfrute mucho ver sus caritas de emoción y felicidad ante una diversión tan simple como es dar esas pequeñas vueltas alredor de sus madres sobre unos simulacros de aviones o patrullas de bomberos. ¡Benditos sean los niños! Ellos son verdaderamente la sal de la tierra. Yo soy el azufre. Envidio esa capacidad, perdida en mí para siempre, de emocionarse y alegrarse por cosas tan simples. Amo a los niños. Admiro su candor, su inocencia, su falta de malicia, su sinceridad. Los niños representan la manera original en que Dios quiso que fuéramos. Luego la sociedad y la mal llamada educación los van corrompiendo poco a poco hasta convertirlos en unos lamentables adultos mezquinos, maliciosos y sin ética. Algunos muy, muy negros y escoñetados, como yo. Cuando los pequeños sobrinos saltan de alegría al verme y llaman su tío favorito, me iluminan la vida con el fulgor de 1000 soles. Entiendo bien a los niños, y puedo jugar con ellos por horas, y cuando puedo, lo hago. Soy el tío divertido, el tío payaso, el tío juguetón, el tío loco, el tío que cuenta las historias de misterio y de fantasmas, y me gusta ese rol familiar, lo disfruto mucho. Lamento mucho haber crecido a una adultez que solo me ha deparado penas, hubiera preferido ser un niño para siempre. Siempre feliz, siempre jugando, sin preocupaciones, sin amarguras, ni malos recuerdos. Recuerdo ese sol fulgurante de mi niñez, y ese cielo tan azul. Ahora no los puedo ver, ni siquiera cuando estoy en la tórrida isla de Margarita. El sol que veo ahora es un pálido reflejo del hermoso sol de mi niñez. Un psiquiatra por ahí me decía que yo veo el mundo a través de unos lentes oscuros. El problema es como quitarte esos lentes, si ya forman parte integral de tu persona. Tendrías que volver a nacer. Tendrían que hacerme una lobotomía. Retomando hoy Lunes12 el tema de los niños, vi al mediodía una noticia sobre un abuso sexual a dos niñas de 9 años. Estas noticias me causan un horror especial, dada mi filiación a los niños. No puedo imaginarme que clase de mounstro puede realizar estos actos despreciables, verdaderamente perturbadores, por lo cual estoy de acuerdo con el castigo implícito para esta clase de criminales en las cárceles venezolanas: Ojo por ojo, y diente por diente. Hay un implícito código de conducta criminal que prohíbe meterse con los niños. Durante los días siguientes a la captura de uno de estos criminales, escudriño concienzudamente las páginas rojas para asegurarme de que el sujeto recibió su justa medicina. Generalmente no duran más de 24 horas. Justo castigo para quienes se atreven a violar la inocencia de los niños. Burn in hell, motherfucker.

El Fénix siempre renace.

Por ahí hay unos gilipollas diciendo que yo me voy a morir. No entienden un carajo. Numero uno: ellos creen que están viendo acontecimientos en vivo, como quien estudia diariamente a un gorila en las neblinosas montañas de Camerún. Wrong. Lo que están viendo es equivalente a lo que ve un geólogo cuando estudia la formación de los Andes. Están viendo el resultado de acontecimientos pasados, de violentísimos procesos telúricos, erupciones gigantes, choques continentales, gigantes cataclismos, violentas superposiciones de placas. Son procesos muy viejos, de los cuales solo queda reconstruir la secuencia. Ahora no pasa nada o casi nada. Las fuerzas de Tanatos, las oscuras fuerzas de la destrucción fueron vencidas hace mucho tiempo. Con respecto a los sentimientos negativos, ya gaste casi por completo mi asignación para esta vida. Lo que yo viví y sentí, fue tan terrible, tan intenso y tan prolongado, que ya no siento más. Si solo pudiera controlar la ira que me producen las infamias que siguen produciendo los chacales, lograría el estado de nirvana. Si alguien me preguntara como describir mi estado actual, yo diría que me siento como lo que describe la formidable canción de Pink Floyd: ‘Comfortably numb’. El idioma Ingles es admirablemente sintético y tiene una palabra que resume muy bien este estado mental: ‘burnout’. He llegado a un momento de equilibrio estable en el cual la suma de los vectores da igual a cero. Ahora soy un tipo racional, responsable, disciplinado, además de ser alguien muy, muy cansado. Mentalmente decrepito. Pulverizado. Demolido. Ya no quiero problemas ni discusiones con nadie, solo quiero que me dejen en paz. Además hay otro factor a tomar en cuenta: años y años de practicar la supervivencia, de luchar contra todo y todos, de evadir los chacales, de estudiar técnicas mentales, de sesiones de psicoanálisis y de lectura de libros de autoayuda me han hecho un tipo muy resistente, muy duro. Soy un curtido veterano de las guerras psicológicas. Yo soy Chuck Norris. Yo soy la roca. Yo soy una especie de terminator III, aquel cyborg hecho de metal liquido que cada vez que era destruido, las piezas empezaban a fusionarse por si mismas, y el robot volvía a reconstruirse. Un ex colega que ahora vive en Canarias, con el cual trabaje en varios proyectos y que con el correr de los años se dio cuenta de estos procesos cíclicos, se refería a esto como mis ‘Poderes de regeneración’. Cuando llega un suceso traumático y luego la correspondiente depresión, no hay que resistir la depresión, la cual trae su propia fuerza inercial, hay que montarse sobre ella como un surfista y esperar que pase. Así como el héroe de la mitología pudo cruzar el hades y regresar vivo del inframundo, yo puedo cruzar el oscuro valle de las sombras exitosamente y regresar por mí mismo, sin ayuda de medicamentos extra o de terapias, eso ya es cosa de rutina para mí. El mundo nunca se acaba, el mundo siempre sigue girando. Y es precisamente para recordarme eso que tengo en la pierna un tatuaje que figura al ave fénix, símbolo del renacimiento perpetuo y la auto regeneración. Y ya que hablamos de tatuajes, en el brazo tengo otro que figura al sol, símbolo de la luz del conocimiento que borra las sombras de la barbarie. Es esa luz la que va a lograr mi redención, tan largamente esperada y deseada.

Razones.

¿Y por que querer vivir, si la vida es tan oscura y tan terrible y tan llena de penurias y frustraciones? Muy buena pregunta, para la cual no tengo una respuesta obvia. La vida es una sola, ese milagro en que la materia se organiza y adquiere consciencia de si misma, o de un Dios que le de un halito de vida, es sagrado y seria terrible querer acabar con eso. No creo que tengamos una segunda oportunidad. También es una cuestión de responsabilidad familiar: jamás haría nada que afectara a la familia. Seria absurdo cometer un acto que en el fondo seria una agresión a mi familia, y sobre todo a los niños, las únicas personas que han sido mi soporte y que me han dado cariño durante todos estos años. Y si, es cierto, hace muchos años considere muchas veces la posibilidad de la autodestrucción, y hasta redacte cartas de despedida, una vez estuve parado en la cornisa de un edificio, y otra vez me compre un cuchillo de caza para que las incisiones a las venas fueran mas fáciles de hacer, pero en ese entonces todavía estaban vivos mis queridos padres, y hacerle eso a ellos, que me querían tanto, era aun mas inaceptable. Los hubiera matado de la pena. Y yo se que esto que voy a decir le va a chocar a mucha gente, pero no estoy aquí para andar con medias tintas ni para andar complaciendo a nadie: El verdadero motor que me mueve es que yo se que la verdad, la razón y la justicia están de mi parte y siempre lo estuvieron. Por tal razón no cejare nunca en mi lucha por lograr mi redención personal, luego de haber soportado tanta mierda. Mi redención pasa por ser escuchado, por ser creído. En ese aspecto yo no negocio, yo no renuncio, yo no claudico, yo no pacto, yo no cedo, yo no retrocedo. Y por más oscuro y terrible que fuera todo, yo siempre supe que el fondo quedaba una llama, el sanctasanctórum de mi ser, mi espíritu imbatible, mi yo intocado e intocable. Que bien ya lo dijo el gran Vicktor Frankl, superviviente de los campos de la muerte nazis: ‘Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino’. ¿Qué es el hombre, para Frankl? Es el ser que siempre decide lo que es, en medio y a pesar de, las circunstancias. Es cierto también que cada ser humano es un ser finito, y su libertad está restringida. No se trata, entonces, de liberarse de las condiciones que imponen las circunstancias del mundo, se trata de tomar una postura ante esas condiciones. La libertad, en definitiva, es la capacidad de la existencia humana para elevarse por encima de esas condiciones y trascenderlas. En mi caso específico, a pesar de todas las circunstancias terribles por las que tuve que pasar, jamás perdí mi libertad interna, la libertad de mi alma, mi identidad personal. Es por eso y para eso que estoy vivo. Yo escojo vivir porque a pesar de todo, yo se quien soy y quien no soy. Nada ni nadie me podrá arrebatar eso, nunca. Está fuera del alcance de nadie. Yo soy un ser libre, yo escojo que es lo que quiero para mi vida. Todos tenemos derecho a buscar la felicidad, y la felicidad consiste en hacer lo que queramos, lo que nos gusta, lo que deseamos, no lo que otros crean que deben imponernos a la fuerza. Yo no entiendo cómo es posible que alguien no entienda algo tan básico y tan humano. Lo que es válido para los demás, también es válido para mí. Algunos por ahí no entienden esto, y creen que yo puedo renunciar a lo único que me queda. No entienden nada.

Perspectivas.

¿Y que es lo esperas ahora, que piensas que va a pasar? Es difícil saberlo. En este momento estoy pasando por un momento bajo, pero como ya explique, yo siempre me las arreglo. Me gustaría escribir ciertas cosas, de hecho tengo muchas cosas oscuras y terribles que decir, pero esa es una meta a mediano plazo. Todavía no siento que tenga el oficio y la facilidad de escribir, amen de llegar al estilo que quisiera tener. Me faltan años de práctica para depurar el estilo. Yo tenía en mente un estilo al cual quería llegar, y entonces descubrí al verbo cáustico y feroz de Fernando Vallejo, y quede asombrado: así es como yo quería llegar a escribir. Ahora solo me queda seguir ensayando hasta depurar un estilo propio. Con respecto a un plano más personal, yo quiero lo que todo el mundo: tener una novia, vivir feliz, vivir en paz. ¿Acaso cometo un pecado por desear eso? Si ese es mi crimen, pues seré un criminal. Por ahora necesito urgentemente paz, tranquilidad, y parece que nunca voy a obtener eso aquí. Es por eso que necesito irme de Venezuela lo más pronto que se pueda. He sido negligente al respecto, pero voy a redoblar los esfuerzos con ese fin. No soporto, no tolero, no aguanto más la habladera de mierda sobre mi persona. Este asunto de Barquisimeto y de las Mercedes, y de cualquiera mierda que se les ocurra inventar, me hizo ver que simplemente no van a parar nunca, y por el bien de mi salud mental y física debo apartarme de este ambiente tan dañino a mi persona. Es una cuestión de merecimiento, yo no merezco toda esa mierda. Y lo de la salud física no es broma: en este momento sufro de lumbago, de acidez y de diarreas. A veces he estado peor, el inventario de enfermedades psicosomáticas que sufro es bastante amplio. Necesito alejarme de tanta insidia, de tanta mezquindad, de tanta perfidia, de tanta saña criminal. Necesito paz. Si alguien me preguntara donde me gustaría vivir, no lo dudaría ni un segundo: me gustaría vivir en algún desierto, en los alrededores de un pueblo al que pueda acudir a comprar comida una vez a la semana. Cuando voy a Margarita a visitar a una amiga, acostumbro caminar solo por los cardonales y subir los áridos cerros de la isla, y créanme, el estado de felicidad que alcanzo en esos parajes solitarios casi llega al éxtasis. Solo yo, las tunas y el viento. La felicidad y la paz me esperan en alguna parte del mundo. ¿Pero como vivir de esa manera? ¿De que vivir? ¿Comiendo cactus? ¿Cultivando mi propia comida? ¿Cazando liebres silvestres y lagartijas? He ahí el gran dilema. Me pregunto como hacia el unabomber, aquel loco que vivía en una cabaña en los bosques de los estados unidos, totalmente aislado del mundo. Una posibilidad que estoy contemplando al mediano plazo es la de recluirme en un monasterio budista en Asia, hay algunos de ellos que aceptan occidentales. Ya pague con creces mi asignación de karma para esta vida, ahora llego la hora del dharma. La otra posibilidad que estoy contemplando es ir a hacer servicio a la humanidad en África o Asia, de tal manera que pueda sentir que mi existencia tiene un sentido. Una vez ya tenia todos los arreglos al respecto, pero a última hora mis deberes con el trabajo me impidieron dejar el proyecto de manera intempestiva. Por ahora, estoy considerando seriamente la posibilidad de clausurar este blog. Tengo mis razones para ello. El resultado de la combinación de escribir un blog como práctica de escritura con mi lucha personal por el respeto a mi dignidad personal aparentemente no tuvo los mejores resultados. Parece que alborote un feroz avispero en lugar de lograr comprensión hacia mi persona.

La Feria de las Estupideces.

1- Ese tipo no se quiere. Váyanse todos a la mierda. El esfuerzo que yo he hecho para sobrevivir no ha sido menos que heroico. Yo se que ni hay muchos como yo allá afuera. También se que merezco una vida mejor. Son los demás lo que no entienden eso. Yo hago mi mejor esfuerzo para estar bien, tomo mis medicamentos, evito el alcohol y las drogas, ahora evito a toda costa los enfrentamientos con otras personas, trato de buscar la paz y la tranquilidad. Yo hago lo que es humanamente posible para estar mejor, pero los demás simplemente no me van a dejar en paz.
2- Ese tipo tiene miedo. ¿Miedo a que carajo? Créanme una vaina: Yo no le tengo miedo a nada ni a nadie. Y si evito las confrontaciones, es porque llegue a conclusión de que me hacen más daño a mi persona que a los demás. Me meten en más problemas de los que ya tengo. Muy al contrario, hay unos imbéciles por ahí que deberían tenerme miedo.
3- Ese tipo miente. Ya toque ese tema, pero igual ándate a joder al coño de tu puta madre. Ándate al orto. Ándate a la mierda.
4- Por ahí un huevon decía que yo odio a Carola por haberme dejado. No entienden un carajo. Ella es una bella persona, todavía la quiero y la extraño, a pesar de no entender sus razones. Ella me enseño que yo merecía algo mejor en la vida a lo que estaba acostumbrado. Ella fue una bendición en mi vida, lo único bueno que me sucedió en años. No se atrevan a nombrarla con sus sucias bocotas.

Las preguntas pertinentes.

1-¿Por qué te gastaste todo ese dinero? ¿Por qué no ahorraste? : Francamente, en esos tiempos nunca pensé que llegaría a los 40 años, siempre pensé que en una borrachera me iba a lanzar por un balcón y listo. Así que me dedique a disfrutar sin más preocupaciones.
2- ¿Por qué no te quedaste en Europa? : Lo estuve pensando pero empecé a tornarme muy depresivo, y luego tuve una crisis que me llevo a verme con psiquiatras por primera vez en el año 2001. En ese momento, necesitaba el apoyo de la familia, en Venezuela.
3- ¿Y porque no te quedaste en Canadá? : Mmmmmm, mmmmmm, yo creo que mmmmm. Ya se: Por imbecil.
4- ¿Quién es mejor, Mike Portnoy o Neil Peart? : Neil Peart siempre ha sido y será el mejor.
5- ¿Barsa o Real Madrid? : Del Barsa por siempre. ¡Visca Barsa, mes que un club!
6- ¿Por qué Borges no gano el Nobel? : Ese es un misterio indescifrable.
7- ¿Eres misántropo? Si, de la peor ralea.

La poesía nos eleva.

Hay que leer poesía. La poesía es la más excelsa y noble de las artes, porque solo ella logra expresar a cabalidad las angustias, las aspiraciones, las preguntas últimas del ser humano. Sin desmerecer la formidable y evocadora pintura de Munch, creo que los poetas son los más calificados para expresar la angustia existencial, el dolor profundo del alma humana. Es por eso que yo entiendo a los poetas malditos. Por ahí escuche estos días a unos que re reían de mi porque no se bailar salsa (y la verdad no me interesa y me parece demasiado complicado), pero yo a la vez pienso que un ser que no entienda la poesía, es un ser humano incompleto. Desde hace unos años tengo la disciplina de leer poesía antes de dormir, aunque sea por 15 minutos. Sea Borges o Montejo, Mutis o Neruda, Alberti o Blake, la poesía tiene la capacidad de elevarte por encima de las penurias terrenales, de lo que Baudelaire llamo ‘las pestilentes miasmas’ de la tierra. Ahí lo dejo con varios poetas para que se culturicen, en el supuesto de que eso sea posible.

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LA NAVE DE LOS LOCOS (Maria Elena Cruz Varela.)

Porque ya nada sé.
Porque si alguna vez supe deshecho entre las zarzas he olvidado.
Aquí duelen espinas.
Aquí duelen los cardos.
Aquí dejo mi olor.
Olor de perseguido.
De animal acosado por todas las jaurías bestiales del infierno.
Porque ya nada sé.
Porque apenas me palpo la rodilla y ya no sé más nada.
Y soy esta ciudad que se derrumba.
Y soy este país de locos náufragos.
Dejados en su nave a la deriva.
Porque ya nada sé.
Los perros devoraron mi memoria.
¿A dónde voy?
¿A dónde vamos todos?
¿A dónde van?
¿A dónde?
¿Sabe alguien a dónde dirigirse que no sea tan sólo a un espejismo?
A ver: ¿Quién me indemniza?
¿A quién puedo condenar al destierro por haber arruinado mi manzana.
La manzana de todos?
¿Cuál es Caín? ¿Y Abel?
¿Quién el bueno? ¿Y el malo?
¿Por qué tapian con hiedras mis opacas pupilas?
Y ya no veo más nada.
Y ya no sé más nada.
Y si alguna vez supe entre zarzas ardientes y jaurías sangrientas lo he olvidado.

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LOS HERALDOS NEGROS (Cesar Vallejo)

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

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EL ENEMIGO (Baudelaire)

Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y los aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.

He alcanzado el otoño total del pensamiento
Y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.

¿Quien sabe si los brotes nuevos en los que sueño,
Hallaran en mi suelo, yermo como una playa,
El místico alimento que les daría vigor?

Oh Dolor!, Oh Dolor!, devora la vida el tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.

Charles Baudelaire - 42 flores del mal.

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El remordimiento (Jorge Luis Borges)

He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.