jueves, 14 de enero de 2010

Varios

I
Paso por una librería y veo el titulo de un deplorable libro: ‘200 Consejos para los Blogueros’. El subtitulo rezaba ‘Conozca los secretos para hacer un blog exitoso y popular’. ¿Pero que mierda de libraco es este? ¿Quién carajos necesita 200 consejos para su blog? Me imagino que el autor de ese libro será alguno de esos cagatintas que escriben muchos y vanos libros sobre gerencia y mercadeo. Ven el blog como un producto que debe ser producido y comercializado como la pasta de dientes o la crema Nívea. Me puedo imaginar los consejos que da el libraco de marras: ‘Sea políticamente correcto, evite conflictos con minorías y cualquier grupo social’, ‘Evite el lenguaje soez, un producto como el suyo debe ser dirigido a toda la familia’, etc. etc. etc. Todo para hacer un blog muy americano, muy enterprise, muy merchandising, muy correcto, muy lindo, muy cuchi que pueda ser leído por niños, amas de casa y las monjitas de la caridad. Pues bien, a la mierda con esos huevones y su estúpido mercadeo. Aquí van mis consejos a los blogueros: Sea usted mismo. Haga catarsis, expulse a todos sus demonios internos. Expulse hasta sus vísceras, si asi lo siente. Hable como quiera de lo que quiera. Diga lo que piensa sin empachos. Si se caga en los chavistas, en los maricones, en los magallaneros, en los que comen espagueti con caraotas, en los reggetoneros o en quien le de la puta gana, dígalo sin vergüenza. Mande a todos a la mierda, si eso es necesario. Cuando exprese sus ideas, sea suave como una bala punto 50 y simpático como la lepra. Use muchas palabrotas para enfatizar sus ideas. Saque de su sistema toda ese oscuro y vasto reservorio de bilis que le empapa hasta los huesos, le corroe el alma y le hace rechinar los dientes, antes de que le dé un infarto o le explote una ulcera.

II
En el mismo centro comercial donde ví el lamentable libraco, tuve una visión de pesadilla: Una tienda de los llamados ‘Navegantes del Magallanes’, el más deplorable equipo de beisbol que jamás haya existido sobre la faz de la tierra, cuyos fanáticos son una plaga como la tiña que azota a los arboles: Están en todas partes y son dificilísimos de eliminar. Como toda plaga que se respete, cada vez que se elimina un brote, surgen otros por otro lado. Bocones como ellos solos (solo superados por los caraquistas), este año andan alborotados porque su equipucho ha ganado unos jueguitos por ahí. Mal año este, para el beísbol. No se que le pasó a los Tigres. Al ver la tienda de marras, solo me pude imaginarme a mí mismo lanzándole unas bombas molotov al execrable establecimiento, y luego regocijándome con el posterior incendio: ¡Burn, motherfucker, burn, burn! Ah se me olvidaba: la fantasía se completa con el fanático mayor de equipucho, el macaco innombrable, el Orangután amigo de las FARC, el azote de Venezuela y latinoamerica dentro del local en llamas. Acompañándolo en su hoguera metería a unos hijos de puta magallaneros que andan por ahí. Todos ardiendo junto a sus putas camisas de rayas con la amarilla M de mierda y el palurdo barquito pirata. ¡Ah, las fantasías de venganza y destrucción! Hablando en serio ahora, algún Osama caraquista debería estrellar un avión contra tan lamentable establecimiento comercial, verdadera afrenta contra un centro comercial de arquitectura audaz y hermosa.

III
Noto que en las carteleras del cine ya tiene 3 semanas un film llamado ‘Final destination IV’. Hace unos años, mientras trabajaba en el proyecto de Canada Life, y muy en contra de mi opinión, fui casi obligado por los colegas venezolanos a ver la primera película de esa franquicia, llamada como usted supondrá, ‘Final Destination’. Como lo había previsto, esa fue una de las peores películas que he visto en mi vida, solo superada por ‘La venganza de los tomates asesinos’, ‘El tanque de mi papa’, ‘El rock de la manzana’, y un infame Western protagonizado por enanos. En mi opinión, hasta ‘Plan 9 from outer space’, la denostada anti obra de Ed Wood, es mejor que esa bazofia visual. Esa peliculucha es un intolerable compendio de cretinismo y lugares comunes, con escenas tan verosímiles e inteligentes como la de un cable de electricidad que perseguía a uno de los protagonistas, el cual estaba destinado a morir. El cable perseguidor era el ciego enviado de Caronte, vea usted. A pesar de tanta mediocridad junta, ya vamos por la cuarta de entrega de este bodrio insufrible, el cual, como dije al comienzo, ya tiene 3 semanas en cartelera. En cambio una maravilla visual y conceptual como lo fue ‘El Nuevo Mundo’ de Terrence Malick, apenas duró tres días en la cartelera y eso de vaina. Mullholland Drive, tambien duró unos pocos dias, sin pena ni gloria. Recuerdo haber escuhado a alguien decir de este tremendo film de David Lynch: Esa pelicula es mala, no se entiende nada. Claro, claro, le respondí a ese animal. Estas gentes, estas gentes, mal acostumbradas y manipuladas por la poderosa maquinaria comercial de Hollywood. Solo quieren hamburguesas mentales, no conciben otra cosa.

IV
Siempre le escucho decir a un huevón que se sienta por ahí cerca que ciertas gentes se sorprenden, se asombran de mi comportamiento. Inclusive le oí decir que ‘No me habían visto en playa el agua’ ¿Pero qué vaina es esta? ¿Quién carajo me vio o no me vio? Obviamente no me vieron porque no fuí a esa playa, pero ese no es el punto. ¿Acaso hay una red de espías que me sigue? ¿Quién me sigue, la KGB, la CIA, acaso el Mossad? Esto podría parecer una ideación paranoica, pero por lo que he escuchado, parece ser que hay una especie de comité de algún tipo que reúne a revisar mi comportamiento. No solo es eso, lo peor es que aparentemente lo hacen a través de un medio de comunicación de masas, quizás una página web o algo así. ¿De dónde salió este espurio tribunal de la santa inquisición? ¿Quién les dio autoridad para juzgarme en ausencia? ¿Quién es el Torquemada que me va a mandar a la hoguera? Les informo que lamentablemente para ellos, el fuego ya no me quema. Sea quienes sean esos huevones sorprendidos, me dan risa y además me cago en ellos. Obviamente no saben un carajo de mi persona. A estas gentes les pasa como a la oposición con Chávez: Les digo que pienso, que siento, que quiero hacer, que es lo que voy a hacer, cuales son mis razones, y cuál es el único curso de acción a seguir. Les explico lo que es, lo que ha sido y lo que será. Cuando en consecuencia hago lo que ya he anunciado N veces, es decir lo que me dá la gana, entonces se sorprenden. No me calibran, no entienden nada. Nada de nada. Yo tampoco los entiendo, ni quiero entenderlos. Simplemente les doy mi consejo usual: váyanse todos a la mierda y mantengan una distancia prudencial.