sábado, 30 de enero de 2010

Inquina




"Estoy contento,
yo no sé qué es lo que siento,
voy saltando,
como el rio, como el viento…"

Billo Frómeta.

Nada como una derrota del Magallanes para alegrarte la vida. Yo disfruto mucho cuando ganan los Tigres, o las alicaídas Águilas, pero nada que se compare con el éxtasis, la euforia de una derrota del Magallanes. Ayer, luego de terminar el juego, y en medio del nirvana causado por la estrepitosa derrota de la siniestra nave bucanera, me vino a la mente una oda a su derrota:

Inquina.

Duerme, duerme.
descansa en paz, Magallanes.
Que el fondo del oscuro océano
que pretendiste navegar
acoja tu infame nave.
Sean silenciados tus acólitos,
sean todos silenciados.
Que tu nombre sea sumido en el polvo y el olvido
ahora y por siempre.
Por los siglos de los siglos de los siglos…
Amen.

Lo malo es ahora calarse a los leoneros, que tampoco son monedita de oro ni mucho menos un dechado de humildad, como si lo son los fanáticos de los Tigres o los Cardenales cuando ganan. Si embargo apreciamos su labor de destrucción de la infame y dañina nave pirata. Al respecto, me voy a permitir transcribir las instrucciones que según Borges, le dio el joven emperador de China al almirante Kuo-Lang, encargado de destruir la flota pirata de la viuda Ching:

"Hombres desventurados y dañinos, hombres que pisan el pan, hombres que desatienden el clamor de los cobradores de impuestos y de los huérfanos, hombres en cuya ropa interior están figurados el fénix y el dragón, hombres que niegan la verdad de los libros impresos, hombres que dejan que sus lágrimas corran mirando el norte, molestan la ventura de nuestros ríos y la antigua confianza de nuestros mares. En barcos averiados y deleznables afrontan noche y día la tempestad. Su objeto no es benévolo: no son ni fueron nunca los verdaderos amigos del navegante. Lejos de prestarle ayuda, lo acometen con ferocísimo impulso y lo convidan a la ruina, a la mutilación o a la muerte. Violan así las leyes naturales del Universo, de suerte que los ríos se desbordan, las riberas se anegan, los hijos se vuelven contra los padres y los principios de humedad y sequía son alterados... Por consiguiente te encomiendo el castigo, almirante Kvo-Lang. No pongas en olvido que la clemencia es un atributo imperial y que sería presunción en un súbdito intentar asumirla. Sé cruel, sé justo, sé obedecido, sé victorioso."

Jorge Luis Borges, La viuda Ching.

A pesar de no ser Leonero, no podemos sino reconocer que los Leones supieron seguir las instrucciones del emperador con respecto a los bucaneros: Fueron inclementes, crueles, justos, obedecidos, victoriosos. Así sea.

PD. El solo hecho de ver la cara de ponchaos, la cara de derrota, el silencio sepulcral de ciertos magallineros me ha iluminado el espíritu con el fulgor de 1000 soles esta semana. Ante la imposibilidad de entablar confrontación directa con el enemigo, para evitarme más problemas de los que ya tengo, tengo que conformarme con estas pequeñas migajas de venganza.

lunes, 25 de enero de 2010

22-01-2010



I
Los días miércoles y jueves y viernes llegué a las 11:00 de la noche a la residencia donde vivo. El miércoles, porque estuve hospitalizado todo el día en la clínica La Florida, debido a una infección intestinal, una disentería (es decir, estaba recagón). El día jueves, fue porque fuí al cine a ver por segunda vez Avatar, pero esta vez en 3-D, en la función de las 8:10 p.m. El viernes, porque salí del curso de ITIL en la torre Humboldt las 9:30 y tuve que esperar el metrobus, los taxis están muy caros. Debido a esta circunstancia que para cualquier otra persona pasaría por debajo de la mesa, ya un hijoeputa que vive en el edificio (no puedo decir si en el apartamento de arriba o en el de abajo), esta hablando huevonadas y mierda sobre mi. Y es que siempre ha sido así: nunca puedo hacer un carajo sin que los hijoeputas, los imbéciles, los miserables, los mezquinos de siempre empiecen a echarme mierda y abran de nuevo su pestilente cloaca en mi contra. Yo importa el qué, el cómo o el cuando, a mí hay que joderme. Yo se que pueden parecer ideaciones paranoicas y el doctor Hayek y el otro que no me acuerdo siempre insistían en eso, pero les aseguro que esos miserables siempre están pendientes de lo que hago para luego hablar paja. Hago un esfuerzo extraordinario para controlar a la bestia negra y no lo aprecian, no lo entienden, quieren provocar incidentes lamentables. Al imbécil de mierda ese le insto a que me de la cara, para reventarlo. Dame la cara, hijoeputa, para entrarte a patadas; dame la cara, hijoeputa, para caerle a martillazos a tu cabezota de imbécil hasta sacarte la masa encefálica, porque estoy seguro de que así como de tu bocota sale pura mierda, pues tus sesos también huelen a mierda o son pura mierda, pero necesito comprobarlo en persona, para mayor beneficio y gloria de la ciencia y divertimento de mi persona. Lo demás, ya lo dijo un zelote, un profeta hebreo medio loco: “Y sabrás que mi nombre es el señor, cuando mi venganza caiga sobre tí”.

II
La joven médico que me atendió el miércoles, Daniela, y el cuerpo de enfermeras fueron todas muy amables, y además eran muy lindas todas, especialmente la enfermera que controlaba quien entraba o salía de emergencias y a quien tocaba inyectar, poner un suero, etc. Una chica con un rostro angelical, además de un lacio y hermoso cabello negro. Sin embargo, no pude evitar notar que cada vez que tenía que ir al baño a evacuar, arrastrando el aparatejo de donde colgaba la bolsa de suero, me daban ‘Esa’ mirada que tanto me incomoda. Y luego por supuesto, comenzaban los cuchicheos: ‘¿Porqué esta tan solo?’, ‘¿Porqué nadie lo acompaña?’, ‘¿Es que tú no sabes? El no le habla a nadie, a NA-DI-E en este planeta’. ‘Shhhhhhhh, que ahí viene…’. Ey, tampoco la vaina es así. Es cierto que tengo muy pocos amigos, pero son fieles a pesar de todo y los veo de vez en cuando. También los fines de semana veo a mi familia, la cual es bastante numerosa, por cierto. Sin embargo, no consideré necesario llamar a nadie, simplemente porque la gente no se muere de diarrea en estos días, gracias a la ciencia y los antibióticos. Solo es cuestión de que te pongan el suero, esperar a que el resultado del examen de heces diga si la infección es viral o bacteriana y luego seguir el tratamiento. Sí, estuve todo el día en una cama de la clínica con una bolsa de suero pegada a la vena, y además pasando hambre (no comí hasta las 11 PM), pero nada que ameritara alarmar a nadie y ni llamar a nadie a quejarme. Eso es de llorones y de débiles, y creo que ya expliqué mi naturaleza estoica. Además, el libro que llevé a la clínica, el ‘Diccionario Insólito’ de Luis Melnik, estaba muy bueno y me entretuvo durante la tarde. Solo me incomodé cuando llegó un paciente con un infarto al miocardio, y entonces podía escuchar el sonido del aparato que controla el pulso: pip., pip, pip, pip, pip… Ese tétrico sonido inevitablemente me recordó la noche de las noches negras, cuando murió mi padre. Antes de ser dado de alta, tuve que pararme enfrente de la habitación donde estaba el paciente infartado. Pude ver la fina y trémula línea verde en la pantalla del aparato, metáfora del delgado hilo que sostenía la vida del hombre. En la fragilidad del enfermo reconocí la mía propia, y oscuros pensamientos me asaltaron

III
Es preocupante esto de las adicciones. Como ya he explicado, debo tomar mi pastilla de Seroquel todas las noches, una hora antes de dormir. Uno de los efectos secundarios de esta pastilla es producir sueño. Cuando ha trascurrido una hora de haber tomado la pastilla, comienzo a sentir sueño, y al mismo tiempo, se me congestiona la nariz. Si por alguna razón no tengo una pastilla de Seroquel disponible, simplemente no duermo en toda la noche. Esto me ha ocurrido dos veces, la última vez en Margarita. De manera similar, si no tengo gotas para la nariz como Ninazo o Afrin, entonces tampoco puedo dormir en paz, debido a la incomodidad para respirar. El jueves en la noche fue uno de esos días. La situación se agravaba por la circunstancia de que estaba sufriendo de un ataque se asma, aunque afortunadamente, suave. Créanme: con asma, la nariz tapada y algo de diarrea es imposible dormir. Respiras, pero no respiras un carajo. Me imagino que guardando las distancias, algo así es el infierno que tuvo que sufrir el cantante Sandro, aquejado de enfisema pulmonar por muchos años, ganado a punta de 30 cigarrillos diarios. Sandro resistió esa tortura por 10 años. Yo no lo toleré ni por tres horas. Así que a las 3:20 AM., no pude aguantar más esa ordalía, por lo cual tuve que ponerme una bermuda, una franela y con toda la aprehensión del caso, salir a caminar a esa hora de la madrugada a comprar mis ansiadas gotas para la nariz. Felizmente la farmacia está muy cerca y Los Palos Grandes es un vecindario relativamente seguro (todos sabemos que no hay ningún sitio realmente seguro en Caracas), por lo cual pude comprar mis gotas sin ningún contratiempo. Luego de regresar apresuradamente y tomar mis gotas, caí rendido como un bebé. Preocupante, este escenario de adicciones. Mas aun en este país, donde no se sabe cuando va a haber dólares para la importación de medicamentos. Me imagino que los hijoeputas de siempre estarán inventando cualquier cantidad de mierda a propósito de este incidente, si es que se dieron cuenta. Y como siempre, les digo lo mismo: váyanse a joder al coño de la puta madre que los parió. Muchas gracias, la gerencia.

IV
Del cine de James Cameron se puede decir que es muy convencional y algunas veces hasta empalagoso (solo ver Titanic), pero no se puede negar que sabe contar una historia. Ambientada en un planeta llamado Pandora, que esta siendo colonizado por los codiciosos humanos solo interesados en sus riquezas minerales, Avatar es una historia que recrea el mito de la princesa Pocahontas y el descubrimiento de un nuevo mundo por parte de los europeos, solo que esta vez el drama esta localizado en un planeta extraterrestre. Como ocurre en otro filmes como ‘Duna’ o ‘Danza con lobos ‘, es un extranjero, un extraterrestre asimilado a los locales, el llamado a ser el líder esperado, el mesías que aglutine a los locales y que lidere la guerra santa contra los invasores. En nuestro caso, se trata un ex marine que por medio de tecnología futurista, se conecta con un avatar, un cuerpo generado con el ADN de los habitantes locales, los Naa’vi, una raza de humanoides azules que vive en una profunda unión mística con el bosque que los rodea. Como era de esperarse, el terrícola se convierte en el líder de la revuelta de los locales contra los humanos, que amenazan con destruir su mundo y convertirlo en un erario como es la tierra en ese escenario distópico para nuestro planeta. Con unos escenarios y unos efectos especiales impresionantes que recrean con gran detalle la naturaleza virgen del exótico planeta Pandora, avatar es una película cuyos meritos son mayormente visuales. Con todo, no se puede negar que es entretenimiento de primer orden, una película cautivadora, emocionante y visualmente espectacular. No me imagino a alguien que vea este film y que diga sinceramente que no le gustó, por mas que sea uno de esos cinéfilos intelectuales que solo ven películas de de Ingmar Bergman, de Andrey Tarkovsky o de Jim Jarmush (cineastas que también admiro y cuyas películas colecciono). El cine de entretenimiento para las masas también puede tener sus momentos de gloria, y este es ciertamente uno de ellos.

V
Esta semana comencé un curso para obtener una nueva certificación profesional, por lo cual en las próximas semanas o quizás meses deberé centrarme en el estudio para el mejoramiento profesional, y no en lo que me gusta. Es decir, nada de emperadores vesánicos, heresiarcas de Alejandría, reyes sangrientos, numenes concupiscentes, crueles batallas navales, poetas atormentados, mapas del Karakorum, batallas desesperadas por Sebastopol, biografías de actrices porno, teorías cosmológicas, libros de esoterismo, oscuras bandas de rock progresivo, santos que levitan, ni libros apócrifos de la Biblia. Cero diversión, a estudiar para la certificación se ha dicho; todo sea en aras de mejorar el curriculum y hacerlo mas atractivo, para facilitarme la tarea de irme de esta cagada de país. Ya no aguanto mas a esta gente de mierda, a sus mentiras, a su basura, a su bajeza bestial, a su abyección, su mala intención, su ensañamiento, su mezquindad. Debido la circunstancia descrita, tampoco tendré mucho tiempo para escribir mis peroratas, ni tampoco mis invectivas y diatribas contra el odiado enemigo, contra los hijoeputas de siempre, pues. De todos modos, todavía no estoy seguro sobre si en verdad me leen o es una ideación paranoica. Duda, duda de tus ideaciones me enseñó el psiquiatra. Quizás publique algunos escritos que admiro, con la venia de sus autores. Sin embargo, no esta de mas decir que me cago en la reputisima madre de todos los malditos y miserables bastardos de mierda que quieran venir a joderme. Váyanse a joder a las putas de sus madres, que se quitan más las pantaletas para culear que para mear. Como diría Georgie Bush, esto es un ataque preventivo, por si luego no tengo tiempo de escribir alguna invectiva retaliatoria contra las armas de destrucción masiva del enemigo [1].

Notas
[1] Algunas esas armas identificadas son: la mentira, la difamación, la injuria, la burla.

martes, 19 de enero de 2010

Un sueño perturbador.



“Si un hombre atravesara el paraíso en un sueño
y le dieran una flor como prueba de que había
estado ahí, y si al despertar encontrara esa flor
en su mano… ¿entonces qué?"


Samuel Taylor Coleridge.

Corría el año 93 y yo vivía en una habitación alquilada en Colinas de Bello Monte. El acceso a la habitación era a través de la cocina del apartamento. La pequeña habitación de servicio tenía su propio baño. Era un día viernes, y acababa de finalizar el curso de inglés del centro venezolano americano. Había obtenido las mejores calificaciones de la promoción, y me encontraba eufórico, todavía era capaz de abrigar esas pueriles emociones. Ese día, luego de la ultima clase, nos fuimos a tomar unas cervezas en un barcito donde ponían música rock, el cual estaba ubicado en la planta baja del centro comercial CADA, justo al frente del CVA. Para presumir de nuestra nueva condición oficial de bilingües, conversamos en inglés. En ese tiempo los estragos del tiempo y de mi largo y sedentario paso por Europa y Norteamérica no habían hecho mella en mi humanidad, y era delgado como una vara. Tenía una habilidad prodigiosa para ingerir grandes cantidades de cerveza, y me gustaba poner en práctica esa destreza. Al finalizar la celebración de fin de curso y luego de 18 cervezas, alguno de los compañeros de curso, el cual tenía automóvil, me llevó hasta mi residencia, dado mi manifiesto estado de intoxicación etílica. Dando tumbos subí por las escalinatas. Recuerdo que al entrar en el apartamento, pude notar que la luz de la luna entraba por las ventanas que daban al este, y esa luz plateada daba una apariencia fantasmagórica a la escena. Era luna llena, noche de brujas y espectros. Pasé por la cocina iluminada por la luz de la luna, y me dirigí hacia mi cuarto. Recuerdo que ese día vestía una chaqueta de cuero negro, una franela oscura y un jean, atuendo que usualmente vestía los viernes, que eran los días de vestir informal en las compañías de seguros. Al entrar en la habitación noté con gran sorpresa que cama inferior de la litera donde dormía, estaba ocupada por alguien. ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Acaso le avisé a alguien que me iría a mi pueblo? A veces, los fines de semana, el nieto de los dueños del apartamento dormía en mi cama. Pero ellos sabían que en esos tiempos viajaba a La Victoria los sábados en la mañana, dado que salía del curso de inglés los todos los días a las 9:00 PM. ¿Quién demonios estaba durmiendo en mi cama? Sin prender la luz, y ayudado por la luz de la luna, me acerco para ver bien a la persona que esta durmiendo. Con horror descubro que el durmiente soy yo mismo. Al hacer esa pesadillesca constatación, me alejo rápidamente con un movimiento brusco instintivo, y me golpeo la parte de atrás de la cabeza con el armazón de la cama de arriba, la cual no tenía colchón. Noto que yo, el durmiente, sintió (o sentí) el ruido del golpe desde su sueño, y se movió (o me moví) un poco.

La situación no era nada agradable ni mucho menos verosímil, por lo cual llegué a la conclusión de que debía estar en un sueño. Salgo a la cocina para comprobar esa teoría. Escruto la cocina con detenimiento para constatar visos de irrealidad: Veo como la sombra que proyecta mi cuerpo serpentea por la mesa, una silla y la nevera. Una sombra. Los sueños no suelen tener esa perfección hiperrealista. Veo que la nevera General Electric esta en su esquina. Diagonal a la nevera, un mesón. Al lado del mesón, el lavaplatos, al lado del lavaplatos, la blanca cocina. Encima del lavaplatos, colgaban los utensilios: Batidor, rallador, la paleta de madera. Al lado del los utensilios, los pocillos de porcelana blanca y arabescos azules relucían contra la luz de la luna. La mesita con su mantel de cuadros y las cuatro sillas verdes completaban el cuadro. Todo muy exacto y en su sitio como para ser un sueño, debería haber visto al menos una taza gigante de color morado, o quizás la cocina debería haberse parecido a la de mi tía Irma en Maracaibo. Entro de nuevo a mi cuarto, y escruto mis pertenencias: El grueso tomo verde de las obras completas de Borges, la metamorfosis de Kafka, Siddharta, El lobo estepario, El Profeta y el Jardín del profeta, unos cuentos de Poe, un libro sobre piratas y corsarios, un librito de Omar Kayyan, Maus, la novela grafica de Art Spiegelman. Al lado, mi pequeño reproductor de CDs Sony, el cual compré con mi segundo sueldo luego de graduarme (el primero fue para las putas). Luego chequeo la que en ese entonces era mi incipiente colección de discos: Rattle and Hum, The Joshua Tree y Achtung Baby de U2, Desintegration de The Cure, Seconds Out, Foxtrot y Nursery crime de Genesis, Drama de Yes, Misplaced Childhood de Marillion, Los grandes éxitos de Journey y Police, La Ciudad de la furia de Soda Estereo, El espíritu del vino de los Héroes del Silencio. Y por supuesto, la joya de la corona, la edición especial de los 20 años del lado oscuro de la luna (maldigo al ser rastrero que me lo robó años después). Todo en su sitio. Luego reviso las camisas: la blanca, la azul, la gris, la de rayas azules, la chaqueta gris y la de cuadros, el traje marrón, el verde y el azul. En un gancho, las corbatas, incluyendo la infame corbata anaranjada que me habían regalado en un deplorable intercambio de regalos del trabajo. Todo exactamente en su sitio, nada que hiciera sospechar de que en realidad se tratase de un sueño con sus usuales distorsiones e inexactitudes. La vista del yo durmiente y la segura sensación de realidad me produjeron un escalofrío que me subió por la espalda y me erizó los vellos. ¿Que carajo era esto? A pesar de las evidencias en contra, debí asumir que todavía estaba en un sueño. Me acerqué de nuevo a ver el durmiente: Estaba durmiendo en posición fetal, usando una franela y un short grises, atuendo que generalmente usaba para dormir. Me impresiona verme a mi mismo desde mi espalda. Jamás me había visto a mi mismo desde ese ángulo, los barberos no suelen tener un espejo tan grande. El durmiente duerme placida y profundamente, su respiración es pausada. Todo escalofriantemente real. Trato de tocar al yo durmiente para verificar su realidad, y en ese momento el (o yo) se despierta (o me despierto), y presa del pánico, se pone (o me pongo) de pie, y se mueve (o me muevo) hacia la pared del fondo.

Trato de aprehender la situación con calma: Tengo frente a mí, a un sujeto exactamente igual a mí, solo que vestido para dormir, en evidente estado de pánico, dada su expresión facial. Vuelvo a dar un vistazo al cuarto, y todo es muy, muy real. El otro yo, demudado por el miedo, me mira estupefacto sin decir nada. Yo tampoco hablo, ¿que demonios iba a decir? Me miro a mismo para comprobar de nuevo la veracidad de la situación, y estoy vestido con la chaqueta de cuero negro, franela azul y un jean, lo cual es correcto. ¿Que clase de sueño es este? Quiero despertarme de inmediato, y trato de inducir de manera autoconsciente el término del sueño, pero eso no sucede. Entonces trato de acercarme al otro yo y tocarlo, para ver si es un ser físico, o es sólo un incorpóreo espectro, pero el otro yo se aleja hacia el baño, presa del miedo. Es realmente impresionante verte a ti mismo con miedo, ver tu propio rostro en estado de pánico. En ese momento razono algo: sea esto un sueño, o sea una bizarra realidad, una improbable manifestación del fenómeno del doppelganger o de los viajes astrales o lo que sea, la verdad es que estos dos yo, el vestido de gris para dormir, y el de la chaqueta negra, somos uno solo y el mismo, por lo cual deberíamos fusionarnos. Cierro los ojos, y me concentro en esa idea. Siento una especie de trance, una suerte de viaje astral a través de un tubo de luz, y sé entonces que los dos yo se han integrado de nuevo. Me despierto sobresaltado, y noto que estoy en posición fetal, y que no me he cambiado de ropa: Estaba durmiendo usando la chaqueta negra de cuero y el pantalón de jeans y además tenía los zapatos puestos. Me cambio de ropa, y rápidamente concilio el sueño. El día siguiente, al despertar, recuerdo el extraño y perturbador sueño, y también recuerdo haberme despertado en la medianoche y haberme cambiado de ropa. Solo hay un detalle extraño, una pequeña grieta de irrealidad: Tengo un doloroso chichón en la parte de atrás de la cabeza. El yo de la chaqueta negra y el jean tuvo un sueño con el yo de la ropa gris, o el yo de la ropa gris soñó un sueño en cual vestía chaqueta negra? ¿Acaso soñé que soñaba un sueño y que luego me despertaba, antes de despertarme por segunda vez? ¿Y en que momento me habría dado el golpe en la cabeza? ¿Quizás todo haya sido un sueño? ¿Quizás los budistas tengan razón y todo es una ilusión, un largo sueño? ¿Acaso sueño que escribo esto? Y ustedes, ¿sueñan que lo leen?

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La vida es un sueño

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Pedro Calderón de la Barca.

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PD: El lunes en la noche recordé un incidente que ocurrió una semana después de haber tenido la pesadilla descrita. Al arribar a la residencia donde vivía, me encuentro en la entrada de la cocina con el niño que usualmente dormía en mi cama los fines de semana. Al verme, el niño salió corriendo despavorido. Luego regresó a mi cuarto y tuvimos este dialogo:

-Hola Gustavo
-Hola, Eduardo, ¿como estas?
-Tú me asustaste.
-¿Cómo es eso?
-Es que yo te vi durmiendo en tu cama.
-¿Cuándo me viste durmiendo?
-Antes de que llegaras, yo entre a tu cuarto y te vi durmiendo.
-Eso no es posible, yo no estaba en el apartamento.
-Si, yo te vi durmiendo. Después llegaste y me asusté.

jueves, 14 de enero de 2010

Varios

I
Paso por una librería y veo el titulo de un deplorable libro: ‘200 Consejos para los Blogueros’. El subtitulo rezaba ‘Conozca los secretos para hacer un blog exitoso y popular’. ¿Pero que mierda de libraco es este? ¿Quién carajos necesita 200 consejos para su blog? Me imagino que el autor de ese libro será alguno de esos cagatintas que escriben muchos y vanos libros sobre gerencia y mercadeo. Ven el blog como un producto que debe ser producido y comercializado como la pasta de dientes o la crema Nívea. Me puedo imaginar los consejos que da el libraco de marras: ‘Sea políticamente correcto, evite conflictos con minorías y cualquier grupo social’, ‘Evite el lenguaje soez, un producto como el suyo debe ser dirigido a toda la familia’, etc. etc. etc. Todo para hacer un blog muy americano, muy enterprise, muy merchandising, muy correcto, muy lindo, muy cuchi que pueda ser leído por niños, amas de casa y las monjitas de la caridad. Pues bien, a la mierda con esos huevones y su estúpido mercadeo. Aquí van mis consejos a los blogueros: Sea usted mismo. Haga catarsis, expulse a todos sus demonios internos. Expulse hasta sus vísceras, si asi lo siente. Hable como quiera de lo que quiera. Diga lo que piensa sin empachos. Si se caga en los chavistas, en los maricones, en los magallaneros, en los que comen espagueti con caraotas, en los reggetoneros o en quien le de la puta gana, dígalo sin vergüenza. Mande a todos a la mierda, si eso es necesario. Cuando exprese sus ideas, sea suave como una bala punto 50 y simpático como la lepra. Use muchas palabrotas para enfatizar sus ideas. Saque de su sistema toda ese oscuro y vasto reservorio de bilis que le empapa hasta los huesos, le corroe el alma y le hace rechinar los dientes, antes de que le dé un infarto o le explote una ulcera.

II
En el mismo centro comercial donde ví el lamentable libraco, tuve una visión de pesadilla: Una tienda de los llamados ‘Navegantes del Magallanes’, el más deplorable equipo de beisbol que jamás haya existido sobre la faz de la tierra, cuyos fanáticos son una plaga como la tiña que azota a los arboles: Están en todas partes y son dificilísimos de eliminar. Como toda plaga que se respete, cada vez que se elimina un brote, surgen otros por otro lado. Bocones como ellos solos (solo superados por los caraquistas), este año andan alborotados porque su equipucho ha ganado unos jueguitos por ahí. Mal año este, para el beísbol. No se que le pasó a los Tigres. Al ver la tienda de marras, solo me pude imaginarme a mí mismo lanzándole unas bombas molotov al execrable establecimiento, y luego regocijándome con el posterior incendio: ¡Burn, motherfucker, burn, burn! Ah se me olvidaba: la fantasía se completa con el fanático mayor de equipucho, el macaco innombrable, el Orangután amigo de las FARC, el azote de Venezuela y latinoamerica dentro del local en llamas. Acompañándolo en su hoguera metería a unos hijos de puta magallaneros que andan por ahí. Todos ardiendo junto a sus putas camisas de rayas con la amarilla M de mierda y el palurdo barquito pirata. ¡Ah, las fantasías de venganza y destrucción! Hablando en serio ahora, algún Osama caraquista debería estrellar un avión contra tan lamentable establecimiento comercial, verdadera afrenta contra un centro comercial de arquitectura audaz y hermosa.

III
Noto que en las carteleras del cine ya tiene 3 semanas un film llamado ‘Final destination IV’. Hace unos años, mientras trabajaba en el proyecto de Canada Life, y muy en contra de mi opinión, fui casi obligado por los colegas venezolanos a ver la primera película de esa franquicia, llamada como usted supondrá, ‘Final Destination’. Como lo había previsto, esa fue una de las peores películas que he visto en mi vida, solo superada por ‘La venganza de los tomates asesinos’, ‘El tanque de mi papa’, ‘El rock de la manzana’, y un infame Western protagonizado por enanos. En mi opinión, hasta ‘Plan 9 from outer space’, la denostada anti obra de Ed Wood, es mejor que esa bazofia visual. Esa peliculucha es un intolerable compendio de cretinismo y lugares comunes, con escenas tan verosímiles e inteligentes como la de un cable de electricidad que perseguía a uno de los protagonistas, el cual estaba destinado a morir. El cable perseguidor era el ciego enviado de Caronte, vea usted. A pesar de tanta mediocridad junta, ya vamos por la cuarta de entrega de este bodrio insufrible, el cual, como dije al comienzo, ya tiene 3 semanas en cartelera. En cambio una maravilla visual y conceptual como lo fue ‘El Nuevo Mundo’ de Terrence Malick, apenas duró tres días en la cartelera y eso de vaina. Mullholland Drive, tambien duró unos pocos dias, sin pena ni gloria. Recuerdo haber escuhado a alguien decir de este tremendo film de David Lynch: Esa pelicula es mala, no se entiende nada. Claro, claro, le respondí a ese animal. Estas gentes, estas gentes, mal acostumbradas y manipuladas por la poderosa maquinaria comercial de Hollywood. Solo quieren hamburguesas mentales, no conciben otra cosa.

IV
Siempre le escucho decir a un huevón que se sienta por ahí cerca que ciertas gentes se sorprenden, se asombran de mi comportamiento. Inclusive le oí decir que ‘No me habían visto en playa el agua’ ¿Pero qué vaina es esta? ¿Quién carajo me vio o no me vio? Obviamente no me vieron porque no fuí a esa playa, pero ese no es el punto. ¿Acaso hay una red de espías que me sigue? ¿Quién me sigue, la KGB, la CIA, acaso el Mossad? Esto podría parecer una ideación paranoica, pero por lo que he escuchado, parece ser que hay una especie de comité de algún tipo que reúne a revisar mi comportamiento. No solo es eso, lo peor es que aparentemente lo hacen a través de un medio de comunicación de masas, quizás una página web o algo así. ¿De dónde salió este espurio tribunal de la santa inquisición? ¿Quién les dio autoridad para juzgarme en ausencia? ¿Quién es el Torquemada que me va a mandar a la hoguera? Les informo que lamentablemente para ellos, el fuego ya no me quema. Sea quienes sean esos huevones sorprendidos, me dan risa y además me cago en ellos. Obviamente no saben un carajo de mi persona. A estas gentes les pasa como a la oposición con Chávez: Les digo que pienso, que siento, que quiero hacer, que es lo que voy a hacer, cuales son mis razones, y cuál es el único curso de acción a seguir. Les explico lo que es, lo que ha sido y lo que será. Cuando en consecuencia hago lo que ya he anunciado N veces, es decir lo que me dá la gana, entonces se sorprenden. No me calibran, no entienden nada. Nada de nada. Yo tampoco los entiendo, ni quiero entenderlos. Simplemente les doy mi consejo usual: váyanse todos a la mierda y mantengan una distancia prudencial.

miércoles, 6 de enero de 2010

Playa El Tirano



“Ea, marañones, limpiad vuestros arcabuces,
que ahora tenéis licencia”


Lope de Aguirre, al arribar a Margarita.

Con el viento de la tarde, llega el acre rumor
de tu ominoso recuerdo.
¿De qué pueblo extraviado de Dios,
de que oscura región infernal surgiste?
¿A qué tanta sangre?
¿De dónde tanta crueldad, tanta furia, tanta saña?
Desde estas olvidadas costas
juraste a un trémulo Felipe, rey del orbe,
hacer la más cruel guerra que recordaran los siglos.
Lope de Aguirre
ira de Dios,
espíritu indomable,
incansable peregrino,
oscuro príncipe de la libertad,
caudillo rebelde hasta la muerte,
terrible espada vengadora de los conquistadores,
tu juramento no fue en vano:
Aun las ocres olas de esta playa
nos traen los lejanos ecos
de sangre, gritos y metralla.

Margarita, Enero de 2010.