viernes, 25 de noviembre de 2011
Que M.I.E.R.D.A.
Luego de cinco meses de haber denunciado públicamente a los HDP de la radio, sigo sin entender en absoluto las razones que motivaron a estos señores para hacer lo que hicieron. Sin embargo, un revelador comentario que ya he escuchado dos veces por ahí dice que ‘todos los periodistas son gay’, implicando con esa afirmación a todos los envueltos en el deplorable episodio de difamación radial urdido en mi contra. Desconozco si esta aseveración es cierta, pero eso ayudaría mucho a entender la trama de esta secuencia catastrófica de eventos. La primera consecuencia de esta eventual revelación es que la dicotomía que yo suponía entre los periodistas y los maricones no es tal, ya que todos forman parte de una misma claque, mafia o asociación delictiva, a que falta de un mejor nombre, nombraré a partir de ahora como M.I.E.R.D.A., acrónimo de Maricones Irresponsables tan Errados como Retardados y Difamadores Anónimos. Siendo las cosas así, ahora resulta que las fuentes, el medio y el comunicador fueron uno solo. Dicho de otro modo, todo el delito cometido quedó entre familia, pues ellos mismos inventaron las infamias y luego las esparcieron por la radio, sabrá Dios por cuales inconfesables propósitos. Ahora también se intuyen las razones de algunas cosas inexplicables, como el rumor ese que dice que los periodistas de M.I.E.R.D.A. me estuvieron esperando el día de mi cumpleaños en un local de Las Mercedes para celebrar mi onomástico. ¿What the fuck? Aparte de hacer aun más obvio el hecho de que no me conocían en absoluto, porque no me gusta para nada celebrar esa fecha, y mucho menos hablar con gente que no conozco, debido a mi condición de paranoico, ¿Cómo es eso de que yo iba a celebrar mi cumpleaños con unos completos desconocidos? ¿En qué clase de cabeza cabe eso? Yo supongo que tendrías que ser un maricón de M.I.E.R.D.A. y vivir en ese mundo para entender esas cosas que al resto de las gentes nos parecen estrafalarias, incomprensibles. Y es por eso que estos señores actuaron tan irresponsablemente, lanzando sus acusaciones sin fundamento de manera tan ligera: ya sabemos que los sodomitas de M.I.E.R.D.A. acostumbran pensar que todo el mundo pertenece a su club maldito. ¿Sera posible que esta sea la razón de este enigma insoluble que es la conjura radial urdida en mi contra? ¿Es posible que todo esto se deba a que una canalla de abyectos y malcriados maricones de M.I.E.R.D.A. con poder mediático tenía una antojo conmigo? Si esto es cierto, solo tengo un comentario: ¡QUE BOLAS! Y a todo esto yo me pregunto ¿Cuál es mi culpa? ¿Qué carajo tengo yo que ver con eso o con esos señores?
También he escuchado por ahí otro rumor insistente, uno que reza que el programa radiofónico de los periodistas de M.I.E.R.D.A. fue suspendido, luego de mis denuncias sobre el irresponsable uso dado por esos señores a su espacio radial. Si esto es cierto, no me alegro para nada de ello, pues ahora esos señores no podrán retractarse públicamente de todas las mentiras dichas. Yo ya tenía listo un plan para escalar el conflicto hacia acciones más radicales, hasta obligarlos a reconocer que se inventaron toda la mierda que dijeron sobre mi persona. Con esta inteligente acción, el dueño de la radio que se prestó para este lamentable episodio, se deslinda de las cuestionables acciones cometidas por los nefastos pederastas de M.I.E.R.D.A. Dicen que lo mejor es lo que pasa, ya estamos casi en Diciembre y es tiempo de relajarse y dejar de buscar camorra, aunque todo hay que decirlo: no me gusta esta época del año, y ahora aun menos en la dificilísima situación personal en que me colocaron los hijos de puta de M.I.E.R.D.A. Me consuela que al menos ahora estos difamadores de M.I.E.R.D.A. se quedaron sin una plataforma desde la cual lanzar sus infundios. Debo confesar además, que me entró un fresquito cuando me enteré de que pude retribuir estos payasos de M.I.E.R.D.A. aunque sea una pequeñísima fracción del daño catastrófico que ellos causaron en mi vida. Y que conste que estos señores se buscaron todo este problema, porque el hecho de ser periodistas conlleva una responsabilidad con la sociedad, y con los individuos que puedan ser afectados por el mal ejercicio de su profesión. Estos señores abusaron irresponsable y criminalmente de la confianza que les fue dada y las nefastas consecuencias de sus acciones están a vista, como ya fueron expuestas en mi blog. Así que parece ser que por ahora, las cosas se van a quedar así, y los mentirosos de M.I.E.R.D.A. han logrado escabullirse de esta situación y no asumir sus culpas. Creo que al menos fui exitoso en derribar como a un castillo de naipes el edificio de mentiras que estos imbéciles de M.I.E.R.D.A. se habían construido. Pero créanme, sea dentro de 2 meses, de 2 años o 20 años, yo me encargaré de que esos señores paguen por su crimen. La ley del talión no prescribe. No conmigo, al menos.
PD. Quisiera aclarar que mi posición intelectual es y siempre ha sido la de no discriminar a nadie por su raza, sexo, color de piel, creencias ni orientación sexual. Hay una regla de oro que todos deberían seguir: Nunca juzgues a nadie por algo que ellos no escogieron ser. Este escrito fue hecho a manera de catarsis-venganza y va a dirigido exclusivamente a los miembros de M.I.E.R.D.A., la despreciable asociación delictiva que urdió y ejecutó el siniestro plan de difamación que destruyó mi vida y que me tiene hundido en un pozo de miseria. Contra estos enemigos, usaré cualquier medio que sea necesario, me importa un carajo que digan que mis metodos son cuestionables o viles. Para eso abrí el blog: para decir lo que en realidad pienso y siento, no para complacer a nada ni a nadie. Seguramente diran que soy una mierda. Una mierda si soy en lo personal, pero M.I.E.R.D.A. jamas, y mentiroso mucho menos.