martes, 3 de enero de 2012

Cinco Haikus

Finalmente hemos llegado al año 2012. Afortunadamente ya se acabó ese caos, ese jaleo, ese zafarrancho, ese estropicio intolerable, esa turbamulta de masas histéricas comprando cualquier vaina que les ofrezcan, ese evento nefasto al que se llama navidad. Una de las cosas que realmente me molesta de esta época es la manera en que se celebra la pascua cristiana en este país. En medio de la embriaguez generalizada, la gran mayoría de estas gentes no dedica ni cinco minutos a recordar de qué se trata supuestamente esta fiesta, el nacimiento de Jesús. Nada de cantar villancicos al niño Dios ni mucho menos ir a la misa de gallo. ¿Qué tal aunque sea poner el hermoso disco de aguinaldos navideños del Quinteto Contrapunto? Falsas esperanzas: Estas vanas gentes no tienen ni puta idea de qué es eso. Ya ni colocan el tradicional pesebre, reemplazado por el árbol siempre verde de germanicas y paganas raíces. Están muy ocupados en una orgia de consumismo, alcohol, petardos, bailes y sexo mucho más cercana a las desaforadas saturnales que a cualquier celebración realmente cristiana. Y no es que eso me moleste, yo celebraría el regreso de los antiguos dioses y por ejemplo, yo con mucho gusto me uniría a los orgiásticos cultos dionisiacos, pero me incomoda que por hipocresía, por ignorancia, o por ambas cosas no se llame a las cosas por su nombre. Ahora que felizmente todo se ha acabado, y el pais completo se encuentra en estado de resaca, estamos en esos días de modorra en los cuales hay una agradable paz, una calma inusual y benefica, mientras no comiencen las clases escolares y se reanuden las actividades comerciales y gubernamentales. Además de disfrutar de la calma imperante, en Venezuela tenemos el mejor clima posible, ya que estamos en el comienzo de la estación seca, que además es la época con las temperaturas más frescas del año. Este fenomeno coincide con el invierno boreal, debido a la ubicación geográfica del país, situado a unos grados al norte del ecuador. Los cielos son de un azul límpido, y aunque hay mucha más irradiación solar debido a la ausencia casi absoluta de nubes, las noches y las mañanas son mucho más frescas (o menos calurosas) que durante el resto del año debido a las masas de aire frio que descienden del hemisferio norte. Inspirado por el clima favorable y por la paz reinante pensaba escribir algo sobre esta época del año, pero por alguna razón el resultado fue una tentativa para escribir Haikus, los cuales he anexado al final de este texto. Es de notar que no he respetado la norma de versificación de los haikus clásicos, el 5-7-5, sino que preferí concentrarme en reproducir el espíritu que anima a este tipo de versos. En mi descargo puedo decir que escribí estos poemas en solo diez minutos, y además me dio flojera aplicarme a la disciplina de lograr versos que cumplieran con la metrica. Pido al eventual lector que sea leve en su juicio. Con respecto al último verso, este lo escribí simplemente porque Gatso (uno de los dos gatos de la casa), estaba echado sobre mi ropa.

I
Bello es contemplar
El claro cielo
De la mañana.

II
De la montaña
Baja un frescor
Que el sol disipa.

III
El árbol muestra
Su verde esplendor
Pronto marchitará.

IV
El pasto ardiendo
Ignora que en un año
Volverá a arder.

V
El gato no piensa
Solo come y duerme
Admiro su sabiduría.

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PD. Aprovecho la ocasión para enviar mis mejores deseos en este nuevo año para los pocos amigos, para mi familia, y para todos los que sepan y acepten que yo no miento sobre mi persona, y entiendan que la verdad, la razón y la justicia están de mi parte. A los demás, prefiero ni nombrarlos. Ando de buen humor.

PD2. Ah y por supuesto me deseo a mí mismo, lo mejor para este año, en el cual espero poder reanudar mi vida en paz y tranquilidad, luego de dos años nefastos, realmente catastroficos, causados por la conspiración criminal de los periodistas radiales ya denunciada y relatada en este blog.