sábado, 5 de febrero de 2011

Febrero 5

De todas las vainas infundadas que habla la gente sobre mi, una que me molesta mucho últimamente por lo insistente, por lo repetitivo, es algo así como que yo ‘No quiero a mis hermanos’. Eso es totalmente falso, yo quiero mucho a mis hermanos. Ahora bien, lo que hay que clarificar muy bien es quienes son mis hermanos, y quienes no lo son.

Quienes son mis hermanos:

1- Los hijos de Leo y Nelly (que en paz descansen), que somos 9, pero si me resto a mi mismo del total, suman un total de 8, todos apellidados Nava Vera y criados en La Victoria, estado Aragua, aunque de herencia zuliana.
2- Unos pocos y fieles amigos de toda la vida, que creen en mi, saben quien soy y saben quien no soy, aunque no los vea mucho. Son como 5 o 6 personas.


Quienes NO son mis hermanos:

1- Ninguno de los supuestos profesionales que me espían, ni ninguno de los hijoeputas que me difamaron por la radio.
2- Ningún maricon, bisexual, transexual, pedófilo, zoófilo, necrófilo, ni ningún otro tipo de pervertido sexual.
3- Nadie que me tilde de falso o mentiroso ni nadie que niegue mi identidad personal.
4- Nadie que sea fanático del Caracas ni del Magallanes.
5- Nadie que sea Chavista, Fidelista ni comunista.
6- Ningún Tukki, ni nadie que escuche esa abominación pseudo-musical llamada Reggaetón, o mejor dicho, Mierdetón. Tampoco nadie que escuche tecno o changa.
7- Nadie a quien no le guste Génesis (del viejo), Yes, Pink Floyd, Emerson Lake & Palmer, Rush, Camel, Porcupine Tree, Jethro Tull,Dream Theater. O Bach, Haendel, Vivaldi.
8- Nadie que no conozca profundamente a obra de Borges o de Ramos Sucre por ejemplo. O a los poetas malditos, por ejemplo.
9- Ninguno de los cretinos que piensan que las películas de Woody Allen, de Terrence Malick, o de Jim Jarmush son aburridas o no se entienden.
10- Nadie que tome cerveza light.
11- Nadie que diga lindezas como: '¿Paris queda en Londres?' o 'Eso fue hace 30.000 años, cuando el imperio romano', o 'Eso fue cuando los gringos le tiraron la bomba atomica a los chinos en Vietnam'.

Aclarado este punto, sigamos con lo que viene.

Sigo sin computadora, por lo cual no puedo escribir con calma mis entradas en la casa. La próxima semana sabré si se pudo rescatar del disco dañado el texto que tenía preparado. Sin embargo, pude recuperar de mi memoria unos versos jocosos que había escrito para cerrar dicho texto. Es mucho más fácil recordar unas rimas que recordar un texto cualquiera.



LOS DIFAMANTES

En esta infeliz ocasión
Unos opinantes de pacotilla,
Emprendieron la misión
De empeorar mi pesadilla.

Pues como vieron con sorna
Todo lo que decía,
Decidieron ir en contra
De todo lo que quería.

Y se les ocurro comenzar
Un programa de opinión,
Donde podían elucubrar
Sin verdad ni razón.

Pues estos tíos solo hablaban
Inventos y falsedades,
Y al tanto declaraban
Que eran puras realidades.

Y mientras yo con prisa
Los declaraba capciosos,
Se cagaban de la risa
Me llamaban mentiroso.

Me jodieron bien jodido,
Y bien jodido me quedé,
Y si no me voy pal coño
Bien pendejo seré.

Como estos carajos
Jamás van a parar,
Me tengo que al carajo
O me van a matar.

Pues estos seres capciosos
Crearon un mundo falaz,
Donde el honesto es mentiroso
Y el mentiroso veraz.

Pero que cosa tan atroz,
Que crimen, que desmadre,
Más yo replico feroz:
! Me cago en sus putas madres ¡

Me cago en estos felones
Mendaces, despreciables,
Me cago en sus opiniones,
Mediocres, irresponsables.

Me cago en estos maricones
Hideputas, coñoemadres,
Me cago en sus acciones
Deleznables, criminales.

Y de esta gran cagada,
Esta mierda, este desastre,
Dijeron que se llamaba
Operación de rescate

De esta vil trastada,
De esta grande villanía,
Clamaron que se trataba
De alta psicología.

Seres de esta calaña,
Ignorantes, cagalistrosos,
Tienen la mala maña
De llamarse a si famosos.

Y luego de difamar,
Después de haberme jodido,
Vienen a derramar
Lagrimas de cocodrilo.

Y luego de tanto mentir,
luego de tanto oprobio,
tienen las bolas de decir
dizque yo a mi me odio.

Pero como yo soy un pobre loco,
Me callo y ya me voy,
Porque todo este zaperoco
Fue a la gloria de Sigmund Froid.