Luego de una espera de varios meses, ha llegado a las carteleras (de la piratería) de Caracas esta laureado filme del director brasilero José Padilha, ganador del León de Oro en el festival de Berlín como mejor película. Inextricablemente ligado a la tradición Brasilera y Latinoamericana del cine de la miseria, el crimen y la violencia, Tropa de elite es un filme directo y duro como pocos, y es inevitable hacer la comparación con ‘Cidade de Deus’, aquel descarnado film de Fernando Meirelles. Se podría decir que ambos filmes son complementarios, dado que Tropa de Elite cuenta una historia de violencia en las favelas de Río de Janeiro, desde el punto de vista de las policías del estado brasilero.
Corre el año 1997, y el curtido Capitán Nascimento del BOPE (Batalhao de Operacoes Policiais Especiais), el grupo elite de la policía militar de Río de Janeiro, necesita buscar un sustituto, al querer retirarse debido a la perspectiva de su pronta paternidad. Deberá entrenar a Neto y Mattias, dos idealistas aspirantes a sucederlo, durante un periodo de seis meses. Al mismo tiempo deberá limpiar de Narcotraficantes y delincuentes una favela cercana al sitio donde se quedará el Papa durante su visita a Río. Pronto los aspirantes aprenderán sobre la red de corrupción policial, y los métodos de represión ilegales que son usados regularmente por la PM de Brasil, en medio de una crisis personal en la que Nascimento se cuestiona a si mismo, y la moralidad de sus acciones.
Acusado por cierta prensa en Brasil y en Europa de ser un film fascista o de presentar una apología del fascismo y la violencia de estado, la película en cambio dista de presentar un mundo esquemático, donde todo es blanco y negro. Al contrario, el filme presenta muchos ángulos, diferentes aristas del problema, y deja al espectador ser quien decida que esta mal y que esta bien, en un mundo donde la corrupción, la debilidad de las instituciones y la extrema violencia de las bandas criminales hacen que las fronteras entre el bien y el mal a veces estén difuminadas. Un filme poderoso que debe ser visto por cualquiera que quiera comprender las complejidades de América Latina.
Quizás haya que ser latinoamericano y conocer bien nuestra realidad para entender ciertas cosas que suceden en estos lados del mundo y las razones por las cuales a veces los ciudadanos nos hacemos la vista gorda ante ciertos desmanes policiales. En nuestro continente, la continuidad e integridad del tejido social a veces se cose con hilos de sangre, aunque no nos guste reconocerlo. Y eso lo saben bien los amigos de una excelente banda brasilera:
“A policia apresenta suas armas
escudos transparentes, cassetetes
capacetes reluzentes.
E a determinaçao de manter tudo
em seu lugar.”
Os Paralamas do Sucesso, Selvagem